Entre los aerófonos de lengüeta múltiple, existe en nuestro ámbito popular una armónica de boca, pequeña, popularizada hoy por fábricas alemanas y que lleva una o dos colmenas o hileras de agujeros. Se ejecuta soplando y aspirando alternativamente. “A soplo y sorbo”, como dicen nuestros campesinos. En el sur del país, en el Departamento de Nariño, especialmente, se denomina violina por capricho de semejanza con el sonido del violín. Es de muy fácil ejecución y por ello su uso tan popular. En el Departamento de Antioquia recibe el nombre de castruera. La dulzaina puede usarse como un acordeón pequeño en la Costa Atlántica colombiana reemplazando el acordeón de botones y en Boyacá para acompañar torbellinos y música de carranga.
Compuesta por una serie de tubos de caña de diferentes longitudes que están alineados en dos filas. Cada tubo produce una nota distinta, creando melodías suaves y armónicas.
Uso Cultural: Es tocada en grupos para acompañar rituales, festivales y celebraciones agrícolas. Las flautas de pan son particularmente simbólicas entre los Pastos y los Ingas en los Andes, donde son usadas para conectar con los espíritus de la naturaleza y las montañas.
Es un instrumento de una membrana, llamado también marrano o zambumbia. Se fabrica con un calabazo o fruto seco de totumo (lagenaria vulgaris) al que se le corta un sector para formarle boca en la parte superior. Sobre esta boca se le coloca un aro de bejuco al que va atado un parche o cuero de conejo o cerdo de monte e incluso de chivo o cordero. Se le coloca una varilla como en el caso del furruco pero obviamente más pequeña. Se toca sosteniendo el instrumento en la mano, para lo cual se horada en la parte inferior el calabazo en forma de triángulo que permita la introducción de un dedo, que casi siempre es el pulgar. El mecanismo de ejecución es similar al del furruco pero en algunos casos la varilla no está impregnada con cera sino que se humedece con agua o guarapo (zumo de caña) para frotarla. Es muy popular en el departamento de Santander en los conjuntos guabineros para la música del torbellino. En el departamento del Huila es muy conocido con el nombre de puerca y se utiliza en los grupos musicales llamados cucambas para el acompañamiento de los cantos de rajaleñas y el sanjuanero. Estos nombres de marrano y puerca se deben al sonido del instrumento, que es muy semejante al gruñido del cerdo, marrano o puerco.
Otra variación del Capador es el RONDADOR. De esta variedad hay rondadores de 40 y 50 tubos organizados de a siete tubos de caña de longitudes que van variando uno o dos centímetros desde la boca abierta hasta el nudo de la caña; el diámetro de estos tubos puede variar un poco ya que el sonido al soplarlos debe buscar preferentemente la entonación de la escala mayor diatónica). Así como el capador, el rondador se ejecuta convencionalmente, soplando a partir de la izquierda en donde está el sonido más grave o bajo, y hacia la derecha donde se encuentran las notas más altas. Buena parte de los rondadores lleva dos mediacañas atravesadas y enfrentadas por la parte hueca, capador de por medio, en la parte superior y cerca de la boca de los tubos y otras dos mediacañas igualmente enfrentadas en la parte inferior y en dirección oblicua para seguir la dirección de los nudos. Todas estas mediacañas van anudadas a cada uno de los tubos. Es un instrumento con mayor arraigo en la región sur del país en los departamentos de Cauca y Nariño.