Las Fiestas de la Independencia se celebran por primera vez en 1812, un año después del Manifiesto de Independencia en 1811.
¿Cómo eran las dinámicas después de esa primera celebración?
Las fiestas se oficializan como tal el 11 de noviembre en 1846 como las Fiestas del Estado Soberano de Bolívar.
Posteriormente, las fiestas estaban engalanadas por las muchachas de los clubes o de la élite del momento y duraban dos o tres días, mientras que por la noche sí había un baile público con orquestas de cierto nivel que se hacía en la Plaza de la Proclamación.
¿Cómo eran las festividades entre la clase popular y la hegemónica?
Había unas fiestas populares en los barrios, en las casetas de los barrios.
Luego se empezó a hacer casetas en la Infantería de Marina y la gente de más prestancia estaba en los clubes, algunas élites en clubes como Club Cartagena y el Club Naval; y otros populares como el Club Libertad y otros centros sociales.
Pero en realidad las fiestas en los barrios eran alrededor de sus reinas y las casetas de las reinas. Se culminaba en parte yendo al desfile de las candidatas del Reinado Nacional de Belleza.
¿Cuándo nace este reinado y el reinado popular?
El Reinado Nacional de Belleza se inaugura en diciembre de 1934, por motivo de la conmemoración de los 400 años de la fundación de Cartagena.
Se suspenden hasta 1947, pero en 1937 o en 1938 se crea el Reinado Popular de Cartagena, que tiene un antecedente con los juegos florales, donde se hacían una especie de eventos para recoger dinero y financiar un poco las fiestas.
En el Reinado Nacional de Belleza de 1947 se vinculan los concursos de ensayo, de cuentos, de poesía alusivas a la Fiestas de Independencia y esto se hacía cada dos años.
¿Cómo se desarrollaron los cabildos en Cartagena?
Los cabildos son mucho antes porque son parte de los procesos raciales de los africanos esclavizados de la colonia, desde el siglo XVI y XVII.
En principio, son cabildos de nación, es decir, se agrupaban de acuerdo con sus diversas etnias de procedencia, los congos, los karabaries, entre otros.
Ellos trataban de salvaguardar y proteger sus tradiciones danzarias, pero también sus tradiciones gastronómicas, su medicina, su religión, sus rituales, sus toques de danzas, sus cantos y parte de su lenguaje.
En San Diego, en la calle de La Carbonera, en la calle de Los Siete Infantes y en la Calle del Cabo hubo mucho de estos cabildos.
Donde yo logré obtener un testimonio vivo de cabildo fue en Bocachica, corregimiento de Cartagena, lugar donde no se suspendieron, mientras que aquí en Cartagena se suspendieron por muchos años.
Sin embargo, con la fundación de Gimaní Cultural se reinventan los cabildos, se reinventa la tradición, junto a Delia Zapata Olivella.
Ellos tratan de revivir los cabildos, que es más de recreación festiva sobre las fiestas de noviembre, como una respuesta también a esa forma un poco monopólica que tiene el Reinado Nacional de Belleza en los desfiles.
¿Qué elementos hacen parte del patrimonio simbólico de las Fiestas de Independencia de Cartagena?
Como elemento simbólico estaba el programa cívico–patriótico, que tenía que ver especialmente con el homenaje que se les hacía a los héroes.
Se hacía una peregrinación al Parque Bolívar en homenaje a Bolívar, una ofrenda, una semblanza, poesías, discursos, salían los oradores, y se pasaba al Camellón de los Mártires.
Se pasaba también al Parque Centenario, donde está el obelisco, y están las firmas de los signatarios del acta de independencia.
También al Parque Fernández de Madrid; esos eran más o menos los símbolos, porque ya lo que es el reinado hace parte de lo simbólico-carnavalesco-festivo.
Entonces, abarcaba hasta los disfraces del famoso Capuchón, las máscaras, disfraces de personajes de la época y personajes de película como Rodolfo Valentín.
Había toda una programación del palo ensebado, juego donde se trepa un poste, juegos de dominó, de tennis, boxeo, fútbol, béisbol, específicamente en la cancha de La Matuna.
Había concursos de grupos de danzas, concursos de disfraces, eso era lo simbólico carnavalizado.
¿Cómo ha sido el proceso de modernización de las Fiestas de Independencia?
A partir de lo que fueron los cabildos se apropiaron de elementos festivo-populares, porque llegó un momento en el que los disfraces, las bandas, los conjuntos musicales, las comparsas quedaron apartadas, ya que en el Reinado Nacional de Belleza las candidatas traían sus propias comparsas y sus danzas.
Lo que hizo el cabildo fue canalizar todas esas fuerzas, pero también darle presencia a lo africano, a lo popular y configurar una especie de trabajo educativo con las redes en los colegios.
Hoy en día ya hay una red, y el Comité de fiestas empezó a trabajarle al proceso de preservar las fiestas del once como fiesta simbólica de la Independencia; entonces en ese trabajo si se habla de una modernización.
¿Qué tradiciones se han perdido?
Los juegos florales, el concurso de décimas, que ocurre cuando los liberales empiezan a revalorizar el pueblo como sujeto histórico de transformación política, social y cultural; y eso es un poco también más incluyente; Manuel y Delia Zapata Olivella empiezan a hacer sus giras.
Jorge Artel también, y eso le da una mixtura popular, que esta parte precisamente cultural se ha perdido en cierta forma.
Ahora casi todo se reduce al monopolio del reinado, de pronto a unos grupos musicales; incluso la música de banda se está perdiendo mucho.
¿Cuál es la importancia de las Fiestas de Independencia y qué legado nos dejan?
Primero, las Fiestas de Independencia de Cartagena de Indias para mí son más importantes que las fiestas del 20 de julio, porque la fecha del 20 de julio realmente no fue tan radical.
Ellos decían “Viva el rey, abajo el mal gobierno”, pero nosotros sí, con un manifiesto obtuvimos una Independencia Absoluta, y nuestros antepasados fueron quienes sufrieron la mayor parte de la guerra y murieron.
Además que es una fiesta porque no reivindica solo a los criollos, sino que reivindica a todas las mixturas raciales, desde los indígenas hasta las identidades raciales como el zambo, el mulato, el mestizo, el criollo; incluso a la mujer también la reivindicaba.