Hugo Candelario González, músico e investigador del folclor del Pacífico, anota que éste es uno de los instrumentos que conforman el grupo de marimba. Es fabricado con madera de chimbuza, cedro o balsa macho, de una pulgada de espesor. En el grupo de marimba se usan dos bombos de diferentes tamaños: El golpeador o macho que es el más grande, realiza las diferentes marcaciones y variantes y su afinación es más grave que el arrullador o hembra, el cual es más pequeño y se encarga de mantener un ritmo más constante.
Por el lado que se golpea se templa una piel de venado y por el lado contrario una piel de tatabro. Los aros que sujetan la piel son hechos de madera de jagua y perforados para permitir el paso de una cuerda que permite templar el cuero.
El bombo se toca con un taco o boliche cuya punta puede estar forrada en trapo y se golpea contra el cuero y un taco sin forrar, que se toca normalmente sobre la madera.
En la zona Andina este instrumento se construye de una manera muy similar y se le llama tambora y se usa en las músicas de chirimía así como en las rajaleñas y el sanjuanero. El maestro Abadía anota: En las tribus indígenas las variantes de este instrumento se pueden hallar con nombres como el bombas de los Ingano, el nubalé de los Guambiano, el katsatí de los Kamentzá o kamsá de Sibundoy, la casha de los Wayú, el tambor de caucho crudo de los Catío, el tondóa de los Emberá, el tonoa de los Kamsá, el tooto de los Ticuna, y el kut de los Páez. Los mestizos se llaman repicador, mayor, macho, hembra, pujador, arrullador, llamador, bonga, mapalé, o currulao