El Carnaval de Negros y Blancos, declarado en el 2002 Patrimonio Cultural de la Nación, se celebra cada año en Pasto, una ciudad andina situada en el suroccidente de Colombia, la primera semana de enero, atrayendo a un gran número de turistas provenientes de todos los rincones del país y del extranjero. La ciudad de Pasto se ha conocido históricamente como el punto de encuentro y cruce de caminos de diferentes pueblos y colonias.
Con el transcurso del tiempo, a estas expresiones culturales campesinas, se sumaron algunos elementos de festividades españolas y más tarde, las africanas, dando comienzo a lo que hoy en día es el Carnaval de Negros y Blancos en Pasto.
Poco a poco, al Carnaval se le fueron agregando otros elementos: el cosmético, el talco, la música y las carrozas con gigantescas esculturas construidas por los artesanos que cumplen un papel muy importante en estas celebraciones.
El Carnaval de Negros y Blancos comprende cuatro etapas:
El Precarnaval
Empieza el 28 de diciembre con el día del agua, en este día gente de todas las edades sale a la calle a “mojarse”. Este día todo es válido: carros de gente con canecas de agua, bombas llenas de agua, mangueras y hasta hidrantes ayudan a que sea un día especial en donde el único fin es mojarse. El Precarnaval sigue el 30 de diciembre con la famosa Serenata a Pasto, durante la cual se pueden escuchar los mejores tríos de cuerdas de la región andina.
El Carnavalito
Es una actividad infantil en la que participan miles de niños de la región, entre 6 y 14 años, mostrando su creatividad y la herencia cultural de la región.
El desfile de la Familia Castañeda
Es un gran desfile por las calles de la ciudad y preludio del Carnaval que se realiza el 4 de enero, haciendo referencia a la leyenda del Carnaval, según la cual en el año 1928 un grupo de pastusos invitó a disfrutar de las fiestas a una familia bautizada más adelante, como La Familia Castañeda. Para conmemorar la llegada de esta familia, se realiza un desfile compuesto por muchas comparsas en donde participan grupos de personas disfrazadas o vestidas con trajes de la época que pretenden remontar a los espectadores a principios de siglo pasado. Este es el primer día en que la gente empieza a pintarse y se arma una gran fiesta en las calles de la ciudad.
El Día de los Negros
Se desarrolla el 5 de enero. En este día las personas van dispuestas a recibir “pinticas” de cosmético negro hasta el punto que toda la ropa, rostros, brazos y partes del cuerpo descubiertas queden pintadas. En la ciudad se organizan tablados con orquestas en donde no hay diferencias de razas y clases sociales.
El Día de los Blancos
El 6 de enero, las reglas de juego cambian y en vez de la “pintica negra o de colores” las personas se echan talco blanco. La fiesta comienza con el desfile de carrozas con inmensas figuras hechas por los artesanos, convirtiéndose en una demostración cultural fascinante y llena de alegría.