Al escritor lo encarcelaron por “ultraje a la moral”. La sociedad victoriana lo enalteció y del pedestal en el que estaba descendió hasta las profundidades de la prisión de Reading, en la que permaneció dos años por amar a otro hombre. De esa época no se recuperó jamás. De su paso por la cárcel no quedó nada. Gide lo describe muy bien mencionando que quienes no lo conocieron en sus tiempos de fortuna, no lograrán nunca imaginar al prodigioso hombre que fue. Que su manera de hablar era superior a sus letras y sus formas físicas eran apenas una señal del universo complejo que albergaba su mente. En la cárcel de Reading dejaban salir a los presos una hora al día. Solo les permitían caminar por el patio y tenían que hacerlo en círculo. Paseaban uno detrás del otro, pero tenían prohibido hablar entre ellos. A los que sorprendían desobedeciendo las reglas, los privaban de la hora de luz diaria. Quedaban confinados al encierro y la comida podrida. Se identificaba fácilmente a quienes llevaban un buen tiempo privados de la libertad porque podían hablar sin mover los labios. Los dueños del mundo de ese entonces sabían que las conexiones eran vitales y que privar a un humano de coexistir era sepultarlo vivo. Era una lápida aquella imposición, tanto que Wilde, después de mucho tiempo de no pronunciar palabra alguna, quiso matarse. Le salvó la vida la frase: “Oscar Wilde, le compadezco, porque usted debe sufrir más que nosotros”. Se la dijo otro prisionero, quien se atrevió hablarle tal vez para aliviarle el alma o aliviársela él mismo. Ese día Wilde entendió que en ese lugar todos sufrían por igual y sintió piedad. En la cárcel no era el luminoso y agraciado escritor de obras teatrales y poemas, solo era el C-3.3 y convivía con humanos que también se identificaban por un número. Cuando comprendió que sus compañeros también eran cifras, los compadeció y dejó de resistirse a las alianzas. Era como si el uno sufriese por el otro. De la muerte se escapó por piadoso. A Wilde lo quebró la sordidez. La suciedad de su espacio que contagió su alma. Cuando le permitieron leer libros, se obsesionó con Dante y una obra que lo confrontó con la idea del purgatorio o el infierno. El lugar descrito en ese libro no era para él, no podía imaginarse ahí. Su infierno era la cárcel. Cuando salió de prisión volvió a Francia. Cambió su nombre a Sébastien Melmoth y en Berneval, un pueblo chico, encontró un lugar para vivir. Allí intentó producir una obra de arte que lo sacara del estigma en el que lo encasillaron. El perseguido, el inmoral, el débil, el preso, el obsceno, el indecente. Añoraba sus días de “el grandioso”, pero allí jamás volvió. Uno de sus últimos textos fue De profundis. Lo escribió en la cárcel y lo dirigió a su amor: Alfred Douglas. Fue una larguísima carta que redactó entre enero y marzo de 1897. “Ciertamente mi ruina no se debió al exceso de individualismo, sino a su ausencia. El único acto ignominioso, imperdonable y para siempre despreciable de mi existencia fue haberte permitido que me forzaras a pedir la ayuda y protección de la Sociedad. Como es natural, en cuanto puse en movimiento las fuerzas de la Sociedad, la Sociedad se volvió contra mí y dijo: ‘Has vivido mucho tiempo desafiando mis leyes ¿y ahora las invocas para que te protejan? Te serán estrictamente aplicadas. Tendrás que someterte a lo que has convocado’”. Con estas letras reflexionó e identificó las verdaderas causas de su encierro. La cárcel lo confrontó con la pérdida de control a la que el amor lo condujo. Nunca se arrepintió del placer, ni de las razones por las que la sociedad victoriana lo sentenció “Henchí de placer mi vida hasta el borde, como se llena hasta el borde una copa de vino”. A Wilde le devolvieron la libertad cuando ya no tenía fuerzas para usarla. Lo lanzaron al exterior con los brazos y el alma rotos. Le doblegaron el ingenio. A pesar de todo esto lo intentó. Peleó por recuperar lo que fue. Luchó por reconocerse. Aunque no lo logró, sí supo cómo cuestionar a las categorías humanas con las que sentenciaron el amor y la diferencia. Con su vida, obra y muerte estrelló a una sociedad que lo culpó, lo encerró y, ya muerto, lo extrañó. Después de la oscuridad viene la calma. La esperanza que se mantiene en cada situación adversa es que después del aluvión de desgracias llegará el amanecer, el buen tiempo, la claridad, la felicidad, el momento en el que se voltee hacia atrás y pueda decirse “valió la pena”. Tal vez de ahí pueda explicarse la tendencia al sacrificio y al sufrimiento que, sobre todo, las religiones refuerzan. Cuanto más padecimiento se acumule, más posibilidades hay de asegurar un lugar en el paraíso, pero para Oscar Wilde esto nunca tuvo sentido ni, mucho menos, dio resultado. Para él llegó primero el brillo. Después de una temporada en que la admiración, el placer y el reconocimiento le fueron fieles, llegó una época que lo disminuyó. Para Wilde, la temporada en la cárcel fue un golpe del que no pudo recuperarse. Lo encerraron por amar, lo sometieron por sentir, lo aprisionaron por “ultrajar la moral” de quienes no soportaban la diferencia. A Wilde lo enterraron en un hueco profundo del que no pudo salir.
La intervención escultórica Plomo y brea, de Carolina Caycedo
La mujer será homenajeada en la Feria de Cali
El Salsódromo de la capital del Valle nació como una forma de mostrar el trabajo que las escuelas de salsa de la ciudad hacen durante todo el año, preparándose para esta y otras actividades de la Feria de Cali. Allí aparecen los bailarines tradicionales, los bailarines mayores, las jóvenes promesas del llamado ‘pasito caleño’, además del semillero que garantiza la continuidad de esta tradición que ha hecho cambios importantes en la calidad de vida de muchas personas de escasos recursos, quienes han encontrado en la salsauna forma de vida. Este año, la jornada de la 11.ª edición del Salsódromo se llama ‘Cali, mujer divina’, en homenaje a la mujer. Por eso se ha hecho una sensibilización para que haya respeto al género femenino y para que en la inauguración de la feria número 61, todas las bailarinas brillen este 25 de diciembre. Como siempre, la feria se llevará a cabo del 25 al 30 de diciembre, y según el vocero de la fiesta, el periodista Rubén Darío Gálvez: “Esperamos que el baile lleve a desterrar toda tipo de violencia de género”. Gálvez también habló de la importancia del encuentro de melómanos y coleccionistas, que cada noche congrega a unos 18.000 participantes alrededor de la música afroantillana e incluirá homenajes a las mujeres que la han cantado. El cierre será en la calle de la feria el 29 y 30, y también está lista la nómina para el superconcierto del 28 de diciembre, que contará con la presentación de Marc Anthony, Sebastián Yatra, Willy García y Víctor Manuelle. Por supuesto, todos le cantarán a Cali.
Darío Jaramillo ganó el Premio de Poesía Federico García Lorca
Así lo anunció este jueves el alcalde de Granada, quien otorga el galardón. EFE / El Espectador
El alcalde de Granada (sur de España), Francisco Cuenca, hizo pública la concesión del premio, por mayoría del jurado, que destacó que Darío Jaramillo es un relevante poeta "del amor, del sentimiento y de la intimidad", además de un renovador formal de estas temáticas en constante evolución. A la decimoquinta edición del Premio Internacional de Poesía Ciudad de Granada Federico García Lorca, dotado con 20.000 euros (unos 72 millones de pesos), concurrieron 43 autores, de 17 nacionalidades, propuestos por 74 instituciones. Mercedes Cebrián, representante de la Residencia de Estudiantes y que habló en nombre del jurado, subrayó además la "permanente evolución" del poeta y escritor colombiano galardonado "desde una estética "whitmaniana" hasta un despojamiento esencial que incluye un intenso sentido religioso". Al enterarse del reconocimiento, Jaramillo –quien se encuentra en el país ibérico– dijo recibirlo “con emoción y mucho agradecimiento”. Y no es para menos. Pues, como él se lo comentó el año pasado a EL TIEMPO, es una nueva oportunidad de reencontrarse con los amigos. “Es la forma como se alegran los amigos: se sienten tan felices que es como si ellos se lo hubieran ganado. Entonces, tienen un pretexto para llamarlo a uno, para escribirle, para demostrarle afecto... Y que lo quieran a uno es muy grato”. Según el acta del jurado, Jaramillo acoge además en su obra un importante sentido del humor y un acercamiento a la canción popular latinoamericana. Para la maestra en literatura Melissa Serrato, una de las mayores estudiosas de la obra de Jaramillo, en su legado poético confluyen “el yo múltiple, la ausencia, el cuerpo, la piel, la música, el silencio, el oficio de escribir, la palabra y el universo de las emociones amorosas y eróticas”. Así lo refleja Jaramillo en su libro "El cuerpo y otra cosa", galardonado el año pasado y que –según Serrato– “engloba y sintetiza su universo poético”. El alcalde de Granada, quien conversó por teléfono con el poeta tras la deliberación y fallo del jurado, explicó que ha recibido el premio "con emoción y mucho agradecimiento". Según Cuenca, el galardón une a la ciudad de la literatura que es Granada con el nombre de García Lorca, que se proyecta así a los lectores y al resto del mundo. Para el escritor paisa, nacido en Santa Rosa de Osos, Antioquia, el 28 de julio de 1947, la poesía es su proyecto de vida. “Sé que hubo un día en que supe que era la poesía lo que más me importaba, lo que más me importaría en la vida. La poesía en su sentido más amplio y desaforado, la ebriedad sin tiempo de una boca amada, el aroma de un eucaliptus, el laberinto interno de tu reloj de cuarzo, de tu procesador de datos, un atardecer, un gol, un sorbete de curuba, una voz familiar; Mozart, entender una cosa nueva, una crema de ostras, el galope de un caballo, en fin, tantas cosas que son la poesía en su más amplio sentido”, escribió en Historia de una pasión (1997), texto autobiográfico en el que, citando a Virginia Woolf, asegura que “el único género literario es la poesía”. “Por eso, así escriba novela –de ellas ya lleva siete–, poesía –ocho volúmenes–, libros infantiles –cuatro en total–, ensayos, reseñas literarias y obras inclasificables, no sueña con los aplausos y los laureles que sus obras le traigan. Por el contrario, sueña con ser invisible para evadir los reflectores y poder seguir escribiendo, pues lo único que realmente le interesa es escribir”, anota la investigadora Serrato. “Escribo porque con las palabras alucino, porque así atravieso otros umbrales [...], escribo por puro placer”, dijo el autor en "Historia de una pasión".
El jurado destacó la "permanente evolución" del poeta y escritor colombiano galardonado "desde una estética "whitmaniana" hasta un despojamiento esencial que incluye un intenso sentido religioso". Poeta, novelista y ensayista, Darío Jaramillo nació en Santa Rosa de Osos (Antioquia) el 28 de julio de 1947, estudió bachillerato
en Medellín y posteriormente se graduó como abogado y economista en la Universidad Javeriana de Bogotá. Durante años desempeñó importantes cargos culturales en organismos estatales y fue miembro de los consejos de redacción de la revista "Golpe de Dados" y de la fundación particular "Simón y Lola". De su poesía se han hecho tres reediciones completas: "77 poemas", "127 poemas" y "Libros de Poemas"; además de cinco selecciones parciales: "Antología poética", "Cuánto silencio debajo de esta luna", "Razones del ausente", "Aunque es de noche" y "Del amor, del olvido". Fue el ganador del Premio Nacional de Poesía Eduardo Cote Lamus (1978), finalista del Concurso de novela colombiana Plaza & Janés (1983) y del Premio Fundación José Manuel Lara a novela publicada en España (2007), además de ganador del Premio de Novela Corta José María de Pereda (2010). El jurado de esta decimoquinta edición del premio estuvo integrado por representantes de la Fundación Federico García Lorca, la Residencia de Estudiantes, la Universidad de Granada, la Asociación de Hispanistas, la Real Academia Española, Casa de América,
Academia de las Buenas Letras de Granada, el Instituto Cervantes y de medios de comunicación españoles como El País, El Mundo y ABC. El galardón tiene por objeto premiar el conjunto de la obra poética de un autor vivo que, por su valor literario, constituya una aportación relevante al patrimonio cultural de la literatura hispánica.
En ediciones anteriores este premio ha recaído en Pere Gimferrer (2017); Ida Vitale (2016); Rafael Cadenas (2015); Rafael Guillén (2014); Eduardo Lizalde (2013), Pablo García Baena (2012); Fina García Marruz (2011); María Victoria Atencia (2010); José Manuel
Caballero Bonald (2009); Tomás Segovia (2008); Francisco Brines (2007); Blanca Varela (2006); José Emilio Pacheco (2005) y Ángel González (2004).
Cuando de folclor colombiano se trata las personas no pueden apartar el nombre de una de sus máximas exponentes, Leonor González Mina.
Aracataca, municipio ubicado en la subregión norte del departamento del Magdalena, se ha proyectado como un sitio turístico por la historia de Gabriel García Márquez y su familia.Sebastián Forero - El Espectador. El pasado 30 de enero, el ministerio de Cultura estuvo recorriendo Aracataca con el fin de realizar una jornada cultural que lograra atraer a los habitantes de este municipio del Magdalena a la historia de su personaje más ilustre: Gabriel García Márquez.
Con una visita que se inició en la Biblioteca Pública García Márquez, la ministra de Cultura, Carmen Vásquez Camacho, anunció un nuevo proyecto en el que se busca que los niños y adolescentes de la región se atrevan a reconocer en la crónica un género que
puede acercarlos a la literatura y que los invita a caminar por los mismos senderos de Gabriel García Márquez, quien logró que sus textos periodísticos en El Heraldo, El Universal y El Espectador fueran los primeros bocetos de los que más adelante serían sus
novelas y cuentos. El proyecto "Cronicando", que durará cuatro meses y que busca contar con la participación de más de 30 niños y adolescentes, se
llevará a cabo en la Biblioteca Municipal Gabriel García Márquez, inaugurada en 2018. En este recinto se aglomera un material cercano a los 2.300 títulos sobre literatura, ciencia e historia. En la biblioteca, además de contar con material audiovisual, se realizan talleres de promoción de lectura y cursos de inglés que son dictados en horas de la tarde los martes, miércoles y jueves. Oscar Fernández, el bibliotecario del municipio, cuenta que el libro que más se busca entre los habitantes es el de Cien años de
soledad, y que si bien esto lo alegra, también le resulta angustiante que haya un solo ejemplar, pues esto dificulta que los niños puedan leer el libro ya que deben esperar mucho tiempo para poder acceder a uno de los textos más icónicos de la literatura de García Márquez y que es el que mejor define a Macondo, ese universo mítico que se construyó con base en el pueblo que habitan. Debido a ello, la ministra Vásquez se comprometió a dotar la biblioteca con toda la obra del autor colombiano y así satisfacer las necesidades del recinto y de los niños lectores que empiezan a surgir en las postrimerías de Aracataca.
Junto al anuncio de este nuevo proyecto, se realizó el conversatorio Gabo periodista y su relación con la cultura popular del Caribe en la Casa Museo de Aracataca. En el evento estuvieron Jaime Abello, director de la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, Ariel Castillo Mier, profesor de la Universidad del Atlántico, Alberto Salcedo Ramos, escritor de libros como La eterna parranda o Viaje al Macondo real y María Jimena Duzán, periodista de la Revista Semana.
Los cuatro participantes del conversatorio contaron anécdotas que compartieron hace años con García Márquez entorno al periodismo. María Jimena Duzán, quien estuvo con él en la sala de redacción de El Espectador, contó cómo el autor "se llevó el Caribe para Bogotá" en su forma de vestir, en su dialecto y en sus gustos por la cultura popular de la región. Su arraigo a las raíces
caribeñas, a la memoria construida con los relatos de su familia, a los juglares vallenatos y a la soledad de sus coterráneos lo permearon para siempre y lo acompañaron en su labor como periodista y en su rol como un novelista creador de universos, amores contrariados y relatos mágicos.
El barniz de Pasto es una técnica ancestral. Foto: Archivo EL TIEMPO
Esta declaratoria incluye la cadena productiva completa y va desde la “recolección de las pepas o cogollos del arbusto del mopa- mopa, originario de las selvas del Putumayo; la transformación de la madera, labor de carpinteros, torneros y talladores; el oficio mismo de adornar las piezas y su comercialización”, informa el Ministerio
La ornamentación, además, es posible hacerla en otros elementos, como vidrio, metal y barro. La planta del mopa mopa, que es un arbusto, tiene un proceso natural regenerativo y dos veces al año produce una resina pegajosa, según informa Artesanías de Colombia. Ante el Consejo Nacional de Patrimonio del Ministerio de Cultura se presentaron Pedro Pablo Zuin, cultivador y recolector putumayense de la planta del mopa-mopa, junto con Richard Valderrama y Óscar Granja, artesanos nariñenses, quienes se encargaron de exponer el proceso que conlleva la elaboración y entrega de una pieza representativa de este oficio artesanal. Dicho oficio tiene orígenes prehispánicos y la decoración de los objetos se hace con delgadas láminas coloreadas y recortadas, que se obtienen al procesar la resina vegetal del mopa-mopa.
Esta técnica ha pasado de generación en generación, como es el caso de los Granja, que han dedicado su vida a esta labor. La responsabilidad de no dejar morir esta bella tradición está en nosotros los herederos y, desde ahora, en las nuevas generaciones de colombianos “La responsabilidad de no dejar morir esta bella tradición está en nosotros los herederos y, desde ahora, en las nuevas generaciones de colombianos”, dijo el artesano Granja al momento de la declaratoria. Desde el 2014, el Ministerio de Cultura inició trabajos con la Gobernación de Nariño para que este oficio fuera incluido en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de Colombia.
Inicialmente se elaboró el Plan Especial de Salvaguardia, PES, que fue construido de la mano de las autoridades locales y la comunidad de artesanos. Este PES servirá de herramienta de acción y gestión para la sostenibilidad y la protección integral del oficio y todas sus tradiciones. Igualmente, se espera la construcción de una escuela taller para capacitar a los jóvenes de Nariño en el oficio del barniz de Pasto y también en otros saberes asociados a la cocina tradicional de la región. La nueva escuela taller contará con el apoyo de varias entidades públicas y privadas.
Por: Armando Neira / El Tiempo
Foto: Cortesía Artika
Se trata de un ritual exquisito. Un grupo de lectores hace fila para ver Las mujeres de Botero, un libro que recoge a varias de las figuras femeninas creadas por el maestro colombiano. Antes de acariciar la voluminosa obra, el lector debe ponerse un par de delicados guantes blancos y, ahí sí, empezar, hoja por hoja, a disfrutar.
La escena se vio en el estand de Artika, un sello editorial especializado en libros de artista, en la reciente edición ArcoMadrid, en España. “Verdadera preciosidad” era el comentario general.
Marc Buil, el director de Artika, agradecía con satisfacción. “Estamos orgullosos de nuestros productos”, le dijo allí a EL TIEMPO. Le sobran razones: “Las obras de Artika son libros de artista que como su nombre indica, tienen un pie en el mundo de los libros y otro en el mundo del arte”, aseguró.
Artika nació en Barcelona hace 15 años, cuando se conmemoraban dos hitos de la cultura: un siglo del nacimiento de Salvador Dalí y cuatro de la publicación del Quijote de la Mancha. Por ese motivo, la editorial y la Fundación Gala-Salvador Dalí realizaron una preciosidad en edición limitada con el texto original de la obra de Cervantes y los dibujos que el genio del surrealismo realizó para ilustrarlo. Desde ese momento, y hasta la fecha, Artika ha construido un catálogo envidiable: Dalí, Picasso, Van Gogh, Rembrandt, Goya, Tàpies, Miró, Miquel Barceló, Jaume Plensa y, un colombiano, Botero.
Un proceso complejo
Pero ¿cómo es el proceso para hacer un libro de estas características? “Creativamente maravilloso pero muy complejo”, sentencia Buil. “Desde la idea hasta su culminación suelen pasar cuatro o cinco años. La primera fase es el contacto con el artista y la
presentación del proyecto, quizás lo más determinante”, añade. Después arranca la conceptualización. “Trabajamos directamente con el artista y con la voluntad de transferir a la obra parte de su aura mágica”. Luego viene la fase de investigación y desarrollo. “En estos años, además de dominar el papel, también nos hemos convertido en expertos en madera, hierro, cristal, cuero, tejidos, poliuretano, metacrilato y otros materiales utilizados en nuestras piezas”, dice Buil.
Finalmente arranca la producción: uno a uno, los ejemplares de la edición limitada se crean en Barcelona, en talleres artesanos. Se imprimen solo 998 ejemplares, 1.998 o 2.998. Una cifra que homenajea a los artesanos antiguos que tenían la certeza de no hacer una impresión de mil porque tradicionalmente la madera se rompía antes de llegar a esa cifra redonda.
Las ediciones son numeradas y limitadas. “Nos hemos encontrado con mucha gente que nos pide volver a producir alguno de los libros agotados, pero garantizamos que jamás se reeditará ninguno. Es parte de nuestro ADN y algo que hace que las obras sean muy valoradas”, dice Buil.
En el caso del libro de Botero, después de la idea empezó una compleja agenda. “Nuestra editora, Macarena de Eguilior, hizo
innumerables viajes a su estudio de Montecarlo para trabajar y validar cada paso del proceso de creación”, cuenta Buil. En un principio, Botero no tenía mucho interés. “Por suerte no nos rendimos y le enviamos un par de libros de nuestra colección: El Mar de Sorolla y La Celestina de Picasso ”, cuenta Buil. Al parecer, el ver el mimo con el que hacían los libros fue decisivo para cambiar de opinión, pues al cabo de unos días recibieron su visto. Además de terminar seducido por la calidad de las piezas, se mostró como el más entusiasta colaborador. “Trabajar estrechamente con Fernando Botero nos ha permitido descubrir, además de su encanto y generosidad, su pasión, ilusión y la exigencia que pone en todo lo que hace”, relata. “El mejor momento de esta historia fue sin duda cuando Fernando y Sophia (Vari, la esposa del artista) vieron el libro acabado por primera vez. Solo su reacción ya merece todo el trabajo realizado”.
Las obras de Artika son libros de artista que como su nombre indica, tienen un pie en el mundo de los libros y otro en el mundo del arte
Aplauso general
El resultado fue mostrado en ArcoMadrid y, además del aplauso general, abrió otros interrogantes. ¿Solo se hacen obras de artistas contemporáneos o también tienen clásicos? “Es cierto que hemos trabajado con más artistas contemporáneos, pero también tenemos obras de artistas como Rembrandt o Goya que las hemos realizado con una visión moderna y actual, respetando siempre la esencia y los valores del artista”.
Tras adquirir un libro de estos, ¿cuál es su mayor uso? ¿Se exhibe o se lee? “Creo, dice el director de esta editorial, que cumplen las dos funciones. Son libros que ya hablan desde fuera, tienen personalidad y transmiten toda la fuerza del artista”. En efecto, en su interior, el libro de arte siempre se acompaña de un libro de estudios que permite conocer al artista y profundizar en su obra. “Nos gusta compararlo al guía de un museo. Se puede visitar una exposición y simplemente contemplar sus obras o se puede hacer de la mano de un guía que ponga la obra en su contexto histórico y social, al explicar la voluntad del artista, sus influencias, la técnica utilizada...”
Las mujeres de Botero tiene 45 dibujos del pintor. Es una edición numerada dividida en dos libros: uno con 45 láminas que engloban 30 años de trabajo del autor y otro, un libro de estudio que analiza su vida artística. Se imprimieron 2.998 ejemplares, de los cuales 2.798 son en edición arábiga y 200, en edición romana con la firma del artista. El precio de venta es de 4.500 euros ($ 16 millones) para los ejemplares sin firma y 6.500 euros (casi $ 23 millones) para los que sí la lleven. Una joya que cuesta y que es un placer leer, pero que, obvio, debe ser mejor tenerla para exhibirla en casa.
El Festival Internacional de Cine Ambiental llega a Colombia
Redacción Vivir / El Espectador
16 largometrajes y 20 cortometrajes se proyectarán en esta versión. La convocatoria está abierta para la proyección de productos audiovisuales colombianos.
Será en Bogotá del 12 al 15 de septiembre de este año. Our Planet
Planet On, mejor conocido como el Festival Internacional de Cine Ambiental regresa con su IV versión que se realizará del 12 al 15 de septiembre de 2019, en Bogotá, en las salas de Cine Colombia, Cinemateca Distrital y Universidad Central.
Este evento, reconocido por su especialización en contenidos ambientales, ha logrado reunir a las figuras más representativas del cine documental en el mundo, así como a científicos, cineastas y cinéfilos nacionales e internacionales que han encontrado en Planet On una alternativa para exhibir sus contenidos y debatir sobre los retos ambientales que enfrenta el mundo y Colombia.
“La buena noticia para esta versión, es que por primera vez abrimos convocatoria al público para que participe con sus productos audiovisuales en dos secciones:Our Planet, para largos y cortos nacionales yFuture Planet, para cortometrajes internacionales. Este año tendremos la proyección de más de 11 largometrajes internacionales, 5 nacionales, y 20 cortometrajes entre colombianos y extranjeros”, comenta Norma Cuadros, fundadora y directora del Festival.
La curaduría de los proyectos inscritos la realizarán Laura Bolívar, Historiadora del Arte de la Universidad de los Andes, y Norma Cuadros, directora del Festival, Magister en Negocios Internacionales y Cine de University of Exeter y The London Film School del
Reino Unido.
Gracias a Caracol Televisión y TVCortos, el catálogo de cortometrajes más grande del mundo, se entregarán 5.000 USD en premios,
que en el caso del largometraje, se traduce en la compra de derechos del documental ganador.
Los interesados, pueden ingresar a festhome.com/f/planet-ony revisar las bases de la convocatoria que está abierta del 4 de marzo al 14 de junio de 2019. Los ganadores se darán a conocer el 5 de agosto de 2019.
Las condiciones para que su largo o corto sea seleccionado son:
Largometrajes: Duración entre 52 y máximo 62 minutos. Las películas deberán haber sido producidas entre los años 2016 a 2019 y deben haber sido finalizadas antes de febrero 2019. Las piezas audiovisuales deben ser hechas por directores/productores
colombianos, grabadas en Colombia u otros países.
Cortometrajes: La selección de cortometrajes estará abierta para obras producidas entre 2016 y 2019. Duración de 5 y máximo 10 minutos. La selección estará compuesta por 10 a 20 cortometrajes realizados por directores y/o productores colombianos, rodados en Colombia u otros países. Hay dos categorías: universitaria y amateur. La selección estará compuesta por 10 a 20 cortometrajes, de los cuales entre 5 y 10 serán internacionales.
Giancarlo Calderón / El Espectador
Foto: El compositor Rafael Escalona. Archivo El Espectador
Una honda herida: diez años sin Rafael Escalona. Este 13 de mayo se cumplieron diez años de la partida del maestro Rafael Escalona. En Valledupar, la fundación que lleva su nombre lo conmemoró, en la plaza Alfonso López, con la presencia de los más importantes representantes de la música vallenata.Hacía parte de su estilo narrativo: se refería así mismo, en sus canciones, en tercera persona, a veces con su primer nombre, Rafael, a veces con su apellido, Escalona. Varias son las canciones que lo constatan. Elegía a Jaime Molina, por ejemplo, una de las más queridas por el público: “... Ahora me duele que él se haya ido, yo quedé sin Jaime y él sin Rafael”. O en El testamento, también famosa: “... Como es estudiante ya se va Escalona, pero de recuerdo te deja un paseo...”. ¡Hay tanto para decir de Rafael Escalona! De sus virtudes como músico, principalmente. El compositor vallenato por antonomasia. El más narrativo, el más literario: su obra musical es un amplio y diverso abanico, en temáticas y ritmos, de canciones que, en una suerte de colección de figuras en las que se encuentran con facilidad la metáfora o la hipérbole, por ejemplo, así como también la descripción minuciosa y precisa, se convirtieron desde siempre en un rico legado a la cultura y la tradición oral del país. Nacido el 26 de mayo de 1927, en Patillal, municipio al norte de Valledupar, Rafael Escalona comenzó muy joven un camino de peregrino que le permitió ser testigo de primera mano del acontecer de su región; un observador agudo de su entorno, y de su propia vida, por supuesto. Sobre esto apunta la comunicadora social Perla Marina Escalona Arzuaga, su hija menor del matrimonio con Marina Arzuaga Mejía, La Maye: “Rafael Escalona y su esencia de trotamundos… Aunque inicialmente su visión no era universal, no, era merodear, husmear territorios próximos y establecer un nombre. En cualquier caso, yo siempre he creído que él sabía que había nacido con su sello genuino de narrador excelso”. También fue conocido Escalona, por otras facetas: el cultivador de arroz, el contrabandista, el amigo, el eterno enamorado, y por su puesto el cronista de los acontecimientos más importantes, y al mismo tiempo de los más sencillos y cotidianos que hallara a su paso. Todo parecía estar dirigido a lo mismo: contar las historias que iban aconteciendo en su vida y en la de su contexto. Rafael Escalona fue, con todas las letras en mayúscula, un JUGLAR vallenato. Sus canciones son un contundente respaldo de esto: Honda herida, La Maye, La casa en el aire, El almirante Padilla, La vieja Sara, La golondrina, La brasilera, El jerre jerre, El bachiller, entre muchas otras. Fue en el año 1991 cuando gran parte del país se encantó, gracias a la serie novelada de Caracol Televisión, con el mundo de Escalona. Ya de antes, él mismo se había encargado de poner a viajar a otras latitudes no sólo sus historias, sino las de otros creadores de esta música que, en honor a una verdad histórica y social, no era tan bien vista, ni siquiera en Valledupar y la costa atlántica. Junto a la ‘Cacica’, Consuelo Araujonoguera, y al expresidente López Michelsen, por allá a mediados de los años sesenta se habían dado a la tarea, sobre todo en Bogotá, de la divulgación de este género musical. Tarea que terminó de consolidarse en la creación, en Valledupar, del primer festival de La leyenda Vallenata. Justamente la ‘Cacica’, amiga y estudiosa consagrada de su obra, lo describe en su libro Escalona, el hombre y el mito: “El más grande de todos. El que resiste todos los análisis que se le quieran hacer a sus cantos… El que soporta impasible el paso del tiempo y los embates de la gigantesca ola de nuevos compositores, porque está sereno y afianzado en la rotundidad de su magnífica obra musical…”. Diez años han pasado de la última despedida de este maestro. A propósito de esto, la fundación Rafael Calixto Escalona Martínez organizó un homenaje con presencia de los más importantes músicos vallenatos. Sobre esto, dice Perla Marina: “Plausible la tarea que se ha dado la Fundación Rafael Escalona de mantener, de sostener y transmitir a las nuevas generaciones, avasallada por las nuevas tendencias y evolución de la música vallenata comercial… Logrando así llamar la atención de los sonidos primarios de la escuela costumbrista-narrativa de los cantos de Escalona”
Murió Gabriel Muñoz López, leyenda de la radio en Colombia
Redacción Cultura / El Espectador
Será recordado, entre otras cosas, por haber narrado el primer y único gol olímpico que se ha marcado (hasta ahora) en los mundiales de fútbol. Lo anotó Marcos Coll en el mundial de Chile en 1962. Gabriel Muñoz López llegó en la radio en los años 40. Foto: Caracol Radio El 24 de febrero de este año Gabriel Muñoz López cumplió 92 años de edad. Seis meses después, Caracol Radio informa que el manizaleño falleció la noche del jueves primero de agosto. Se fue una leyenda de la radio colombiana. Era riguroso. Escribía él mismo los libretos de su espacio radial. Hace 40 años compró en Venezuela una máquina de escribir. En ella, preparaba todo. Cuando entraba una voz, en qué momento salía, cuando entraba la música. Llegaba el estudio hasta media hora antes. Nada se salía del libreto. Nada.
Una biblioteca indígena para la memoria
Por: Valeria Murcia Valdés / El Colombiano
Telón de boca “Cañón del Chicamocha”, de Beatriz González: la joya del Teatro Santander
La maestra Beatriz González logró que almacenes Éxito donara los materiales para el telón de boca “Cañón del Chicamocha”, que fue producido en lienzo fabricado con hilos naturales y que refleja los colores característicos de su obra: la tierra santandereana.
Los suicidas del Sisga (1965) y Decoración de Interiores (1981) son algunas de las obras más importantes de Beatriz González. Actualmente, se expone ‘A Retrospective’, de Beatriz González, en el Pérez Art Museum Miami (PAMM) Estados Unidos. Foto: Jaime del Río / VANGUARDIA Antonio José Díaz, Director Ejecutivo de la Fundación Teatro Santander; la artista plástica Beatriz González; Camila Botero, coordinadora cultural del Teatro Santander; Néstor José Rueda Gómez, director del Instituto Municipal de Cultura y Rafael Marín Valencia, presidente de la junta directiva de Teatro Santander. Foto: Jaime del Río / VANGUARDIA El 26 de abril de 1951 se presentaron los Niños cantores de Viena en el Teatro Santander. El evento fue todo un acontecimiento para la ciudad, y la maestra Beatriz González, a sus 13 años, fue una de las asistentes. Así comenzó la relación de la que es considerada la artista plástica más grande de la región, Beatriz González Aranda, con el Teatro Santander, ícono de la cultura del departamento. Ya en 2019, esta relación alcanzó su cénit con el telón de boca “Cañón del Chicamocha”, que la maestra presentó formalmente el pasado miércoles en el Teatro Santander, en el marco de “Suena Chicamocha sesión 3”, un evento que, además de ser un homenaje para ella en agradecimiento por su donación, también es la plataforma para mostrar los aires musicales propios de esta tierra. “Suena Chicamocha es una franja de programación que nace en el Teatro para realizar un homenaje al telón de boca, la joya de nuestro teatro, y también para rescatar todos los sonidos que se producen en Santander: el torbellino, la guabina, el tiple, pasando por el jazz, el rock y la música clásica”, explicó Camila Botero, coordinadora cultural del Teatro Santander. Por su parte, Beatriz González, quien recibió emocionada el homenaje, rememoró su infancia y expresó su deseo para el futuro del Teatro Santander: “es un sueño. Uno pasaba por el Teatro y lo veía hecho una ruina y no podíamos pensar que los santandereanos fuéramos tan sumamente descastados con la cultura, que no se pudiera hacer nada y resulta que se pudo hacer y se hizo bellísimo. Espero que el público bumangués reconozca lo que significó esta realización y que en lugar de ver una ruina a la que nos estábamos acostumbrando, veamos un espléndido sitio para la cultura”.
Una charla con Beatriz González Aranda
¿Cómo ve la renovación de la cultura en la región, de la mano de la renovación del Teatro Santander?
“Realmente es una renovación. Se está creando un espíritu de unión de gente que quiere la cultura. Eso no había pasado hacía mucho tiempo. No es que quiera decir que no se habían hecho cosas. Sí, se hicieron cosas. Pero esta unión de gente llega al teatro para ver conciertos y para sentir realmente que la cultura es necesaria. Y este teatro va a contribuir a eso. Y todos los que contribuimos con esta extraordinaria realización podemos inspirar a la gente a que no abandonen la mirada a la cultura y se unan para impedir que los violentos y los problemas anulen algo que puede salvar al país que es la cultura”. Su relación con los periódicos ha sido permanente, las noticias han hecho parte de la inspiración para su arte.
¿Cómo analiza esa relación, este año que el diario de su ciudad, Vanguardia, cumple 100 años?
“Realmente me inspiré en los periódicos y una de mis principales inspiraciones fue Vanguardia Liberal. Porque cuando yo me regresé de un viaje, de estudiar en Europa, un amigo me tenía cortadas un poco de fotos de Vanguardia y entonces yo empecé a trabajarlas y realmente esa unión con la imagen del periódico me quedó realmente en el alma. Vivo agradecida porque me inspiró todas mis primeras obras que hoy en día están causando mucha atención en los medios. Ahora están en una exposición retrospectiva en Estados Unidos y más tarde van a seguir viajando y allá se veía el nombre de Vanguardia Liberal. Fue uno de los peldaños para mi obra”.
Siendo considerada la mejor pintora de Santander, también entre los maestros, incluso, una pintora que ha marcado la historia del país, ¿cómo ve su papel como mujer y artista en el desarrollo de su carrera?
“Yo pertenezco a una etapa muy beneficiada, tal vez porque Marta Traba (crítica de arte argentina) vino al país y ella se preocupó extraordinariamente por descubrir a las mujeres pintoras. Yo fui la primera artista que expuso en el Museo de Arte Moderno de Bogotá, recién fundado, porque Marta quería destacar que en Colombia había tanto hombres como mujeres artistas. Que si había un Obregón, también había un Lucy Tejada. Y yo fui favorecida con esa mirada. No cortante, de hombres y mujeres, sino realmente Martha se preocupó mucho, toda la vida, por mostrar que las mujeres y los hombres éramos iguales en el campo de la producción”.
Cultura / El Tiempo
¿Era Nariño de tez blanca o más bien morena? Por lo visto hasta precursor de la Independencia sufrió el arribismo propio de la Nueva Granada, que todavía permea ciertos círculos de la sociedad bogotana. Al menos en el arte.
"Nariño: en blanco y negro" se titula una de las conferencias de la segunda edición del Festival Internacional de Historia en Villa de Leyva, que tendrá lugar entre el 20 y el 22 de septiembre en la histórica población boyacense. Serán 47 conferencias, que se desarrollarán en la Plaza Mayor, el Claustro de San Agustín y el Claustro de San Francisco, entre otros.
En la charla sobre Nariño, los historiadores Martha Cecilia Ospina y Rodrigo Llano analizarán la manera como los pintores de la época registraron las primeras imágenes de Antonio Nariño con tez morena. Y cómo, con el paso de los años, sus retratistas han ido queriendo disimular su ascendencia criolla, blanqueando su piel.
Precisamente, el alma que inspira este encuentro, que como su nombre lo indica busca ser un festival alegre alrededor de las temáticas históricas, se realiza a través de un formato de charlas distendidas y amenas, como ocurre en otros encuentros literarios. “Definitivamente consideramos que los valores son uno de los temas más importantes de la historia. Qué mejor forma de transmitirlos que sacándolos un poco de la rigurosidad que tiene la academia”, comenta Carlos Alberto Moreno, miembro de la junta organizadora de este encuentro.
Serán 47 conferencias, que se desarrollarán en la Plaza Mayor, el Claustro de San Agustín y el Claustro de San Francisco, entre otros.
De esta manera, la programación ofrece una curaduría de conversaciones históricas que si bien, tienen como protagonista el bicentenario, también versará sobre política, arte, tecnología, medio ambiente, libros y hasta moda. La charla inaugural será una mirada de las influencias que ejerció sobre Simón Bolívar el general Francisco Miranda, considerado El Precursor de la Emancipación Americana, que dará el viernes 20 de septiembre la historiadora Inés Quintero.
Otras de las conferencias serán "Santander: el hombre y el mito", "Los jacobinos negros", "Conversaciones entre dos sabios: Mutis y Humboldt" y "Entre leyes, la sal y el oro: Gonzalo Jiménez de Quesada". Pero por ejemplo, también habrá espacio para temáticas novedosas como los elementos que la historia le ha aportado a series exitosas como "Game of Thrones", a cargo de Ricardo del Molino García. O la mirada que sobre la tradición de los tejidos ancestrales dará la experta en modas Pilar Castaño. Y en el plano universal, los visitantes también podrán escoger temáticas como "100 años y más de la historia de la aviación", "Cristianismo", "Judaísmo" y "Medicina y magia: desde la antigüedad hasta nuestros días".
Carlos Moreno anota que uno de los módulos más curiosos se titula "Contra Historia", que busca crear discusiones alrededor de escenarios imaginados de los hechos históricos. Por ejemplo: “¿Qué hubiera pasado si la Alemania de Hitler hubiese ganado la Segunda Guerra Mundial?”. A su turno, Beatriz Cortázar, otra de las organizadoras del evento, comenta que las actividades están diseñadas para atraer a todos los públicos. En ese sentido, para los niños y jóvenes también habrá un capítulo de actividades. Por ejemplo, los pequeños podrán interactuar con Eva Bot"s, un curioso robot que dará información del bicentenario. Se desarrollará también el concurso de cuento infantil "Mi primera historia", entre los jóvenes que se aventuren a imaginar y contar algún hecho histórico.
Entre las exposiciones que se presentarán, se destaca la "Colección itinerante del Museo de Trajes", otra numismática del Banco de la República y otras de arte, con obras al óleo y fotográficas, que ofrecen una mirada contemporánea a personajes y momentos históricos. Como por ejemplo, una Manuelita Sáenz desnuda con las charreteras de Simón Bolívar, de la pintora Adriana Méndez. “La historia es variada, con diferentes manifestaciones y creo que se puede contar desde lo oficial y a través de las experiencias personales”, concluye Cortázar sobre el alma de este encuentro.
Tenía 78 años, más de 4.000 obras, neumonía y una poliartritis reumatoide que en 1903, 16 años antes de ese momento fatídico, le había llevado a instalarse en Cagnes sur Mer por recomendación de su médico, convencido de que las bondades del clima mediterráneo, en plena Costa Azul francesa, aliviarían sus males. Entre los olivos que rodeaban su casa, reconvertida posteriormente en museo, pintó entre otras sus célebres "Bañistas" y dedicó parte de su tiempo a la escultura ayudado por Richard Guino, que materializó sus ideas cuando a él le empezaron a fallar las manos. Orígenes humildes. Renoir nació el 25 de febrero de 1841 en Limoges, hijo de un sastre de esa ciudad del centro de Francia y de una costurera. La familia se trasladó al cabo de poco tiempo a París y allí dio sus primeros pasos artísticos pintando piezas en una fábrica de porcelanas. La decoración de abanicos, de pantallas de lámparas y de otros objetos de diseño completó una formación que se amplió en 1862 con su ingreso en la Academia de Bellas Artes y también en el taller del suizo Charles Gleyre, donde coincidió con otro futuro fundador del impresionismo, Claude Monet. "Lo que caracteriza verdaderamente su obra fue su interés por la figura humana, con personas de entornos muy diversos, desde aristócratas y grandes burgueses a gente de pueblo", explica a EFE la directora de las colecciones del parisino Museo de Orsay, Sylvie Patry. Aunque se destacó como retratista, sustento financiero de su carrera, lo ensalzaron igualmente su acercamiento casi sensual a los paisajes y su dominio del color. "Me gustan los cuadros que me dan ganas de pasearme dentro", había afirmado el artista, de quien la crítica coincide en destacar como obra maestra su "Bal du Moulin de la Galette", realizada en 1876 y conservada en el Orsay. "Concentra todo lo que hace su impresionismo: el gusto por los otros, por pintar a sus contemporáneos; el movimiento, la luz un poco sensual, el baile, esa cierta manera de vivir y estar juntos, de comunión de un grupo, y también es valiente en su composición, con algunos trazos que son casi bocetos", añade Patry. El germen del imprsionismo. El impresionismo como tal, que dio la espalda al arte tradicional oficial con su voluntad de captar la realidad según la impresión que la luz del momento les produjera, nació con él y con contemporáneos como Monet o Berthe Morisot. Tras sucesivos rechazos en el Salón de París, crearon en 1874 su propia exposición alternativa, en la que él aportó "La loge". "Al principio rompió con el academicismo, con la pintura de su tiempo, y luego se volvió más refinado, buscó inspiración en los grandes clásicos con ganas de inscribirse en la gran historia del arte", sostiene el conservador del Museo Renoir en Cagnes sur Mer, Emeric Pinkowicz. El cambio tomó forma con el viaje que hizo en 1881 a Italia, donde quedó conquistado por Rafael y la antigüedad clásica: "Ese reencuentro con la gran pintura le dio ganas de explorar", recalca en declaraciones a Efe el experto. Supo reinventarse a lo largo de su trayectoria, pero mantuvo como protagonistas de muchos de sus lienzos a su círculo más cercano: su mujer, Aline, sus hijos, entre quienes estaba el futuro cineasta Jean Renoir, y Gabrielle Renard, niñera de los pequeños y ayudanta puntual en su taller. ¿Por qué sigue fascinando un siglo después? "La gente ve una imagen de armonía entre todas esas parejas y gente que se deja llevar por la música y el baile. Quiso pintar la vida moderna, según decía Baudelaire, pero haciéndola más bella. No fue un cronista, no documentó su época, pero sí la reflejó", concluye Patry.
Hace unos 10 días falleció en Bogotá uno de los más grandes hombres del teatro colombiano contemporáneo, Santiago García. El, Enrique Buenaventura y Fanny Mickey, encabezando a un grupo de personas dedicadas a la cultura, desde mediados del siglo XX, sin desmayo, ni recursos, le dieron nueva forma y vida al teatro colombiano y lograron convertirlo en uno de los más destacados de Iberoamérica. Larga es la lista de sus quijotadas, esas que dieron muy buen nombre al país. Su trajín no tuvo sosiego en una Colombia entonces hipnotizada por la Vuelta a Colombia en Bicicleta y los reinados de belleza; cuando las cosas cambiaron, el esnob consumista mancilló a nuestra cultura. Con las uñas y amor crearon, entre otros, al Teatro El Buho, la Casa de la Cultura, el Teatro La Candelaria, el TPB, el Teatro Libre, el TEC de Cali, La Baranda, La Mama. Santiago García, Enrique Buenaventura, Fausto Cabrera, Fanny Mickey y muchos más dedicaron a ello sus vidas. Cuando yo era universitario y la vida era una fiesta de ilusiones, con aquellos contemporáneos del Grupo de Teatro del Externado de Colombia, degustamos de cerca a las glorias de nuestra cultura en la Casa de la Cultura: Gabriel García Márquez, Alejandro Obregón, Enrique Grau, Santiago García, Álvaro Cepeda Zamudio, Ana Mercedes Hoyos, Enrique Buenaventura y tantos más. Santander, nuestro querido terruño, es ingrato con sus mejores hijos. Santiago García Pinzón nació y vivió su infancia en Puente Nacional. ¡Era santandereano! Con Arturo, su hermano, gozaba rememorando su niñez en las calles y caserones de su tierra natal. En Santander la muerte de Santiago García fue reseñada en forma distante, huérfana del afecto del lugar nativo. ¡Qué vergüenza! Se fue otro santandereano ilustre que arropará el olvido, sumándose a Jaime Barrera Parra, Oscar Rodríguez Naranjo, Luis María Carvajal, Francisco Posada Díaz, Carlos Gómez Castro, Pedro Gómez Valderrama, Tomás Vargas Osorio y tantos más. ¿Por qué somos así?
Colombia es campeón mundial de avistamiento de aves por cuarta vez
BANDA PARA TRABAJAR LAS PALABRAS
Por Daniel Samper Pizano
Aquí hay más respeto por el chance (liberado antes que las librerías) que por los mayores.
Hace un mes murió en Buenos Aires Marcos Mundstock, la voz de Les Luthiers. La noche de 1981 en que nos conocimos en Bogotá nos contagió un mutuo y nervioso ataque de risa. Nos parecíamos tanto que fue como atravesar un espejo. Calcadas la calva, la barba, las gafas, la panza... Cuando pudo controlarse, estiró la mano y soltó todo un rollo con “o”. –¿Sos vos o soy yo?
Supe entonces que a este señor le brotaban los juegos de palabras aun dormido. Les Luthiers debutaban en Bogotá y los lagartos más afiebrados volamos al teatro a conocerlos. Yo, como atenuante, llevaba una recomendación del Negro Fontanarrosa. Durante las cuatro décadas siguientes disfruté de la amistad de Marcos, de sus malabares verbales, de su apetito voraz y su afición al fútbol (a jugarlo, verlo y comentarlo). Soy tan de buenas, que me hice amigo de todos los luthiers. Los he acompañado a una veintena de ciudades, he visto y repetido todos sus espectáculos y, sin sobornar a nadie, me escogieron como su biógrafo oficial. Mundstock era el autor de la mayoría de los textos que prologan las obras del imaginario compositor Johann Sebastian Mastropiero. Por eso el periodista español Álex Grijelmo lo describió con una frase exacta: “Era el mayor ingenio de los juegos de palabras en castellano”. El grupo hereda esa vocación. Sus miembros son excelsos creadores de humor y música y además devotos obreros de la palabra, caldo de cocción en sus espectáculos. Daniel Rabinovich, fallecido en 2015, fue, con Mundstock, padre de los diálogos de enredo, disparatada torre de Babel entre un contertulio que no sabe leer y otro que no logra explicarse. Además de compositores y músicos, Carlos López Puccio y Jorge Maronna son imaginativos ingenieros capaces de trenzar arpegios y letras hasta lograr resultados asombrosos. Carlos Núñez (ya retirado) estudió los recursos retóricos de LL. A tanto talento se sumó Fontanarrosa, inventor de algunos de los mejores chistes del repertorio. Así describió a Yogurtu Ngué, miembro de una tribu africana: “Su piel eran tan oscura que en la aldea lo llamaban el Negro”.
En 2017, cuando el conjunto recibió el premio Princesa de Asturias, acompañé a Marcos en Oviedo a despachar una olla de fabada y un cochinillo completo. Faltaba ya Rabinovich, pero estaban los nuevos luthiers: Tato Turano, Martín O Connor, Roberto Antier y Tomás Meyer Wolf. Poco después, la enfermedad que había rondado antes a Marcos lo atacó de nuevo. Aun así, envió un ocurrente video al VIII Congreso de la Lengua Española donde proponía, entre otras novedades, que “1 en-lo-que-canta-un-gallo equivaliera a 2 santiamenes y 4 periquetes”. Era su despedida.
El archivo luthierano representa una invaluable joya cultural de música y juegos de palabras. Allí reposa un texto de MM que no subió a escena porque la pieza musical acompañante se atascó en el severo cedazo de LL. Se titula “Carolino Fuentes” y dice:
Fue admirado como guerrero y temido como músico, porque era diestro con la lanza y siniestro con la guitarra. Comandaba un grupo de lanceros apolíticos que peleaban para el mejor postor. Se llamaban los free-lancers. Cierta vez, un emisario le propuso eliminar al comandante de los free-lancers, que era él mismo. Como Carolino era ambicioso, aceptó el envite y se preparó cuidadosamente una emboscada. Una fría mañana, al cruzar un puente que él había serruchado la noche anterior, lo sintió crujir y gritó:
–¡Ay, juna, no me saldré con la mía!
Cayó en manos de sus propios hombres y, como estaba él, se perdonó. LL siguen esperando el fin del confín para estrenar Más tropiezos de Mastropiero. Al fallecer mi gemelo o sosias (así me llamaba), su hija Lucía escribió unas palabras consoladoras: “Algunos creen que diciendo que Les Luthiers murió con papá es forma de homenajearlo; pero, por favor, todo lo contrario... Les Luthiers es eterno, Les Luthiers es inmortal...”.
Son parte de nosotros. Así de simple.
Por: Redacción de El País
Colprensa
Cartagena de Indias no solo es importante por su historia antigua de piratas y conquistadores españoles, esta ciudad también ha sido la cuna y casa de algunos de los artistas modernos más importantes de Colombia.
Entre ellos hay cinco artistas universales que cumplen su centenario de nacimiento durante el 2020, y para rendirles homenaje el colectivo cultural Cartagena Insomne, conformado por artistas, empresarios y gestores culturales de Cartagena, han organizado una serie de actividades abiertas a todo el público en sus plataformas virtuales de Youtube, Facebook e Instagram, donde se los puede encontrar como @cartagenainsomne. Estos cinco artistas homenajeados por Cartagena Insomne son el escritor de Lorica Manuel Zapata Olivella (17 de marzo), el pintor y poeta Alejandro Obregón (4 de junio), el fotógrafo Nereo López (1 de septiembre), la artista visual Cecilia Porras (20 de octubre) y el artista plástico Enrique Grau (18 de diciembre); todos ellos nacidos en 1920, hace 100 años. Puede leer: "Jeffrey Epstein: Asquerosamente Rico", la serie que expone una sofisticada red de trata sexual
Entre todos ellos, solo Nereo López y Cecilia Porras, nacieron en la ciudad, pero como afirma Anamarta de Pizarro, una de las gestoras del colectivo, “estos artistas son cartageneros ilustres que aunque no nacieron en Cartagena, ellos sí se consideraron cartageneros de corazón y la ciudad los reconoció así”.
Sobre el origen de Cartagena Insomne, nacido hace poco en la ciudad, explica Pizarro, “todos estábamos aquí adelantando proyectos culturales relacionados con los centenarios de estos artistas, cuando llegó la pandemia. Entonces decidimos migrar a la virtualidad y trabajar en este nuevo proyecto colectivo”.
El colectivo Cartagena Insomne está conformado por Boris García, Anamarta de Pizarro, Henry Char, Ricardo Muñoz, Juan Antonio Pizarro, Natalia Reyes, Ramsés Ramos, Iván Benavides, Juan Pedro San Segundo y Niurka Rignack quienes, con el apoyo de los jóvenes creadores audiovisuales Sebastián y Santiago Muñoz, han preparado una cuidadosa y selectiva agenda de contenidos para celebrar los centenarios de estos grandes artistas.
De hecho, desde el pasado miércoles 3 de junio, el colectivo inició sus actividades virtuales a través de un conversatorio sobre Alejandro Obregón, en la víspera de su centenario. Posteriormente, el jueves 4 de junio, se estrenaron dos videos producidos por el colectivo para esta celebración.
A través de sus redes sociales @cartagena insomne, el colectivo irá compartiendo la agenda de toda su programación cultural "online" a lo largo del año. El primer video es de la canción "Alejandro" compuesta por Boris García e Iván Benavides (autor de la canción "La tierra del olvido"), con arreglos de Henry Char y voz de Boris García.
El segundo video es una recreación animada de los hechos más importantes ocurridos en año 1920, cuando nacieron los cinco artistas cartageneros. Cabe destacar que las voces que se escuchan en el audiovisual son las de los actores Natalia Reyes y Ramsés Ramos, mientras que el guion fue escrito por Iván Benavides, con la producción de Sebastián Muñoz y dirección de Santiago Muñoz.
Crónicas
Durante el jueves también se publicó una edición especial de ocho crónicas sobre la vida y obra de Alejandro Obregón, escritas por Juan Antonio Pizarro. La publicación titulada "Obregón el teso" es de acceso gratuito y se puede solicitar través de las redes sociales del colectivo. También enviando un correo con el asunto "8 crónicas" a info@cartagenainsomne.com para recibir el texto completo de vuelta.
Exposición y recetario
En las redes sociales del colectivo los amantes del arte de Obregón podrán acceder a la Exposición Retro Retrato, una muestra elaborada por la curadora Niurka Rignack, en la que hace un recorrido por 30 obras del artista, creadas entre 1938 y 1985, estableciendo la mirada en una cuidadosa selección de Retratos y Autorretratos, de quienes fueron los seres más importantes para Obregón. Esta exposición fue creada con imágenes del archivo Obregón y gracias al apoyo de la familia del artista. Alejandro Obregón nació en Barcelona (España), pero se nacionalizó colombiano. Falleció en 1992 en Cartagena.
Especial para El País Por otro lado, otra de las sorpresas que compartió Cartagena Insomne fue un recetario de los platos de Obregón, “muchos de sus amigos hablan en entrevistas, libros o notas de prensa de las comidas en casa de Obregón, alabando no solo su sabor sino la forma como las presentaba que más que platos parecían obras de arte”, comenta Anamarta Pizarro, quien se encargó de seleccionar y comentar esta faceta gastronómica del artista. Para septiembre y octubre, en los días de los centenarios de López y Porras, el colectivo está preparando nuevos eventos y contenidos virtuales.
Tanto en México como en muchos países del mundo, los grupos de mariachis tienen una enorme acogida. Por muchos años se tuvo la teoría de que el mariachi debe su nombre a la palabra francesa mariage que significa matrimonio, aduciendo que en la época del emperador Maximiliano, iniciada en 1864, estos grupos amenizaban las bodas. Pero resulta que en 1981 se encontró una carta fechada en 1848, del sacerdote Cosme Santa Anna dirigida al arzobispo, en la que el cura de la parroquia Rosamorada de Jalisco protesta por el escándalo que hacen en el pueblo los mariachis. Una teoría afirma que alrededor de 1517 los españoles iniciaron la devoción a la Virgen de la Pila y que se conoció una música llamada María ce son, que los indígenas pronunciaban she o shi, con el resultado de María shi son, como resultado de mariachi y son. La letra es: María ce son / Motelpocahuan te cantaron a María / Tetelpocahuan te entonarahua / María ce son, / Tlacaque tonantzin ima, / Moyazca cantarohua pactoc. / Te cantarohua María ce son. Los mariachis son característicos de los estados de Jalisco, Nayarit, Zacatecas, Michoacán y Colima. La conformación inicial era con violines, tambora y vihuela, luego se incorporó el arpa que más tarde fue sustituida por el guitarrón mexicano, llamado tololoche, de seis cuerdas; también desapareció la tambora. Según afirmación de Hernán Restrepo Duque, hacia 1930 se incorporaron las trompetas, gracias a la cantante Lucha Reyes que convenció a los mariachis de incluir la trompeta para que tuvieran más cuerpo. El traje inicial era de dril, con unos zapatos llamados huaraches, una especie de sandalia fabricada con materiales como hule y cuero, que lleva cordones para sujetarlos.
El Wasabi no solo se come, también se escucha
Mientras nosotros llegamos tarde a ella, a su música, a lo que representa, y nos encanta, ella ya fue y volvió mil veces: pasó de Talaigua a Villavicencio, a Barrios Unidos y al Restrepo y luego a las calles de París y a La Sorbona, y a Cuba y a Alemania y luego ya fue el mundo entero, pero siempre con un solo fin: regresar al río Magdalena para encontrarse en el eco de sus aguas y remar como el pescador de don José Benito (Barros), quien le agua los ojos al recordarlo y habla con la luna, con la playa, no tiene fortuna, solo su atarraya. Ella sabe perfectamente de dónde viene. Y le rinde tributo a su sangre negra y a su sangre indígena. Es heredera de dos grandes legados artísticos: el de los Vides Choperena y el de los Bazanta. De su mamá, la bailadora Libia Vides, la que todo se lo enseñó — cómo será de importante en su vida que dice “cuando Libia canta, el barro se vuelve oro, baja la cabeza el toro y las varillas se levantan”—, y aprendió la tradición de los Vides Choperena, de pintores, escultores, poetas y dramaturgos. De su abuelo, Virgilio Bazanta, heredó el sonido del clarinete y de la banda que dirigía en Magangué. Y de su papá, Daniel Bazanta, que fue zapatero y tamborero, aprendió que los oficios hay que conocerlos, y bien, porque son la base de toda vida, de toda herencia. Todos, todos prolongaron los pálpitos de los tambores alegre y llamador, el guache, las maracas y la flauta de millo.
Piero nació en Gallipoli (Italia), pero a los 3 años llegó a Argentina, donde creció y se hizo músico. Ahora es él quien camina lerdo, como perdonando el viento. Aún medio adormilado, entra a la cafetería de un hotel de clase ejecutiva de la cadena Hilton, donde lo hospeda su disquera. Tenía 24 años cuando le cantó "Mi viejo’ a su padre. Acababa de escribirla. Tenía la mano caliente y no se aguantó las ganas de ir corriendo a enseñarle su nueva composición al hombre que la había inspirado. Aún no llenaba estadios ni había lanzado al mercado su disco más vendido, la "Sinfonía inconclusa en la mar’. Su padre, que no tenía siquiera medio siglo de vida encima, comenzó a llorar al escuchar la primera estrofa. Hubo un silencio incómodo al final de la canción.
“Papá se paró y me dijo: "¿Quién camina lerdo? La puta que te parió ”.
La anécdota me la contó al mediodía y volvió a contarla por la noche, en la tarima de un bar "hipster’ en Bogotá, donde presentaba su nuevo disco, "América’ (Sony), ante unas 40 personas que coreaban las clásicas "Llegando llegaste’, "Si vos te vas’ y, por supuesto, "Mi viejo’. Pascual de Benedictis, su viejo, estuvo ausente durante los años en que Piero gateaba y aprendía a caminar. “A los 3 años yo le preguntaba a mamá dónde estaba papá. "Papá está en "l’América’ ’, me decía ella. Y dónde es "l’América’, preguntaba yo. "Tenés que ir a la estación y tomar el tren hasta Génova. En Génova, un barco hasta Buenos Aires. En Buenos Aires vive él’. Un día mi madre me fue a recoger al jardín infantil y no me encontró. Me empezó a buscar por todo el pueblo”. Gallipoli queda en el empeine de la bota itálica. Su centro histórico es más antiguo que Roma. En ese pueblo costero a orillas del mar Jónico nació Piero en 1945, dos semanas antes del fusilamiento de Mussolini. Una planchadora amiga de su madre lo vio caminando frente a su puerta y le preguntó adónde iba. “A "l’America’ –le dije–. Voy a la estación, luego a Génova y después tomo el barco. "Espera que termine de planchar y vamos juntos’, me dijo ella para atajarme. Cuando mi madre me encontró, yo estaba comiendo una vianda que me dio la señora”. Al poco tiempo zarpó en un barco de nombre Brasil, con su madre y su hermana. Luego de un trayecto de 15 días, llegaron a Banfield. En esa ciudad de la provincia de Buenos Aires se reencontró con su padre.
El éxito
En 1964 lo invitaron a cantar en un programa de televisión: "Remates musicales’. Aquella fue su primera presentación pública. “Fue una locura. A la salida firmé autógrafos y mi tío italiano no entendía por qué todos me reconocían en la calle”. Y su primer disco, "Si vos te vas’, también fue una locura... “Mi primer disco lo viví como una vorágine. Se empezó a vender como pan caliente”. Según los cálculos del periodista Nilton Torres, quien lo entrevistó hace algunos años para el periódico peruano "La República’, la canción que mayor reconocimiento le ha reportado a Piero va por las 300 versiones. En YouTube, "Mi Viejo’ aparece cantada sobre pistas de salsa, charanga, ranchera y cumbia, entre otros géneros. Vicente Fernández, Nicola di Bari y Lucho Gatica fueron algunos de sus intérpretes más celebres. La letra la compuso con su amigo José Tcherkaski en un tiempo récord de diez minutos. Después, ya sabemos lo que sucedió: millones de personas alrededor del mundo se la han dedicado al padre o la han escuchado, con lágrimas en los ojos, en memoria del viejo. Hoy, los hijos de Piero (Juan, Giuliano y Fiorella) podrían dedicársela a él:
Viejo, mi querido viejo,
ahora ya camina lerdo,
como perdonando el viento…
En la entrevista con Nilton Torres, Piero dijo: “Yo tengo claro que uno tiene la edad que se vive en la cabeza, solo hay que cuidar el envase para que no se eche a perder”. Y el envase de Piero luce bien, pese a las canas y los kilos que ha ganado en los últimos años. Conserva su característica melena crespa y prefiere usar tenis y chaquetas deportivas que trajes de señor.
Durante varios años se vaticinó la desaparición del libro impreso. Se predijo que con el avance del libro digital, los textos en papel sufrirían la misma suerte de los CD y las cintas de las películas. Y por algún tiempo las cifras respaldaron estas predicciones. El explosivo crecimiento de las ventas de libros digitales parecía indicar que todo era cuestión de tiempo. El cierre de librerías emblemáticas como Borders, las dificultades de Barnes and Noble y la clausura de miles de tiendas de libros en todo el mundo parecían señales contundentes de la muerte gradual del texto en papel. En Colombia, aún sin una penetración significativa del libro digital, se cerraron conocidas librerías y también se pronosticó que la circulación de los impresos se marchitaría en poco tiempo. De pronto, en los últimos dos años renació el libro en papel y se estancaron las ventas de los digitales, según las estadísticas de Estados Unidos e Inglaterra. El mismo Amazon ha anunciado que se dispone a abrir decenas de tiendas de libros físicos en todo Estados Unidos. Varias librerías que sobrevivieron el primer embate de los libros digitales hoy registran buenos volúmenes de ventas y han nacido muchas otras, independientes, frescas, con locales que pagan menores arriendos, que ofrecen café, música y atractivas facilidades para los usuarios. Numerosos analistas piensan que este renacimiento se debe a que las experiencias y los distintos servicios proporcionados por el libro impreso no pueden reemplazarse con los digitales. Otros señalan que hay también razones económicas. Según John Grapper, en el Financial Times, por ejemplo, se ha producido un cambio en los precios relativos entre digitales e impresos. Al comienzo de la revolución digital, Amazon hizo que los digitales fueran bastante más baratos, incluso que los libros de pasta dura, lo que le dio un gran impulso al mercado digital. Ahora, según Grapper, la situación se ha invertido. El precio de los digitales ha subido y ha aumentado el atractivo económico de los impresos. Después de tener la mayor tajada del mercado digital, según él, Amazon ahora quiere aumentar en forma agresiva su participación en los textos en papel. En Colombia también se observa un renovado dinamismo de las librerías. El símbolo de esta tendencia es la apertura del nuevo local de la Librería Lerner del norte, moderno y cómodo, con servicio de café, más de 200.000 títulos y una gran librera que conoce y aconseja a sus clientes. Otro hito es la sede de Tornamesa en la zona G, con un gran surtido, cómics, libros gráficos, café, música y venta de vinos. Wilborada, creada hace pocos años, y la persistencia combativa de librerías más tradicionales, como la Nacional, ArteLetra y muchas otras, nos hace pensar que el texto impreso está vivo y coleando en nuestro medio. La otra manifestación de esta bonanza librera es la aparición de numerosos editores independientes y alternativos, con gran calidad, nuevos autores y reediciones de libros agotados, novelas gráficas y otras novedades, que compiten con las grandes empresas editoriales. No podemos saber si este es solo un round que ha ganado el libro impreso en su larga lucha contra el digital. Mientras sepamos el desenlace definitivo, aprovechemos y disfrutemos del texto en papel, las librerías, sus variedades, su ambiente y su mundo singular.
La Universidad Autónoma de Bucaramanga, Unab, es uno de los centros de educación superior que mejores opciones ofrece para adelantar los estudios de pregrado y de postgrado. Bucaramanga y Manizales son las dos ciudades de Colombia en donde se encuentran las mejores condiciones para cursar el pregrado. Así lo reveló el Índice de Ciudades Universitarias, ICU, el cual mide el desempeño de los centros de educación superior y de sus alumnos en nuestro país. Este tipo de mediciones analiza las condiciones que les ofrecen las ciudades colombianas a los estudiantes de educación superior, a partir de cinco componentes: el ambiente académico, la calidad de la educación superior, el costo de vida, la empleabilidad de los egresados y la calidad de vida en las ciudades. Tales componentes incorporan 19 variables que afectan directamente el bienestar de las personas que adelantan estudios universitarios en las más importantes regiones de la Nación. Para la construcción del Índice se incluyeron datos correspondientes a la percepción de los ciudadanos en los años 2012, 2013, 2014 y 2015 no solo en Bucaramanga, sino también en Bogotá, Cali, Cartagena, Cúcuta, Ibagué, Manizales, Medellín y Pereira. De igual forma se tuvieron en cuenta los resultados del Índice de Progreso Social 2016 y el acompañamiento y la validación de expertos en métodos cuantitativos de análisis de información. El diagnóstico muestra tres grupos de ciudades con algunas diferencias entre sí. El primero de ellos está conformado por Bucaramanga y Manizales, quienes superan los 62 puntos de calificación en el tema de las mejores condiciones para los estudiantes universitarios. A ellas se les une Medellín, con 60,44 puntos. En el segundo grupo están: Cali (54,04), Bogotá (53,88) y Pereira (50,49), las cuales presentan buenos resultados en algunos de los componentes, pero requieren mejorar sus desempeños en otros. Por último, se encuentran las ciudades de Ibagué (43,86), Cúcuta (42,46) y Cartagena (33,10), las cuales presentan un ICU por debajo de los 50 puntos. Todas las ciudades objeto del estudio presentaron mejorías en el ICU entre 2012 y 2015, siendo la ciudad de Cali la que registró un mayor incremento (23,1%), seguido de Pereira (19,2%), Ibagué (18,9%), Cúcuta (16,2%) y Bucaramanga (14,6%). Vale mencionar que los principales resultados de este ICU Nacional se dan a conocer de manera oficial hoy, 23 de febrero, en la sala ‘San Francisco Javier’, de la rectoría de la Pontificia Universidad Javeriana, en la Capital de la República.
Del alma generosa de la cantante Vicky, fallecida este miércoles siendo aún ícono de la balada colombiana, habla Rito Galvis, quien se convirtió en su mánager y confidente, al punto de que ella lo llamaba ‘papá’. “En un día de lluvia –recuerda Galvis–, encontró a un hombre con su mujer y tres niñitos en la calle. Los vio mojándose, y como ella vivía a una cuadra, se los llevó para allá. Los tuvo como un mes, les consiguió comida y ropa. Un día salió a comprarles algo, y cuando volvió a su apartamento, lo habían desocupado”. La cantante y compositora, que trabajó hasta cuando ya la salud no se lo permitió más, murió por un cáncer de pulmón y síntomas de un episodio de neumonía, en Bogotá. Nacida en Ansermanuevo, Valle del Cauca, en 1947, Esperanza Acevedo intentó primero estudiar Derecho, pero la música fue más fuerte, tanto que le deparó una carrera de 50 años: además de Pobre gorrión, que aún suena en la radio, canciones como Llorando estoy, Amigo caminante, Tan sola, Lloraré o Amor amargo fueron sus principales éxitos, cosechados desde su debut discográfico, en 1967. “Lo mío fue accidental, no soy cantante, soy intérprete; la voz mía fue muy chiquita –dijo una vez Vicky a EL TIEMPO en una entrevista inédita–. El éxito no fue tanto de la voz como de las canciones. Es raro que digas ‘me gusta esa canción’ porque se enamoran del intérprete, y debería ser del compositor”. “Cuando empecé a cantar, recuerdo que estaban Roberto Carlos y todos los mexicanos, y Manolo Muñoz, por España; de los argentinos, recuerdo mucho a Violeta Rivas”, dijo. Paradójicamente, su seudónimo fue producto de un giro del destino: cuando se presentó para hacer parte del programa radial El club del clan, que se hacía en vivo, fue presentada por error como Vicky. Cuando preguntaron si alguien quería cantar, se molestó cuando los que estaban junto a ella gritaron: “¡Que cante Vicky!”. Esperanza, quien había llegado acompañada por su madre, miraba para todos lados porque no entendía que se referían a ella. Esto fue en realidad una ocurrencia de Guillermo Hinestroza, quien dirigía el espacio y la lanzó al agua. Ese día –contó la cantante en alguna ocasión a EL TIEMPO– se diluyeron los sueños de tener algún día el cartón que dijera: ‘Esperanza Acevedo, abogada’. Sus letras reflejaban la mente de una niña de casa, apegada a las tradiciones. “Alguna vez, a mis 16 años, fui a ver una película sola; no tenía novio porque era muy niña –contaba Vicky–. Era de Sandro, y creo que fue la única que vi sola, pensaba que era de Drácula porque aparecía con labios gruesos con un fondo negro”. La artista y la compositora surgieron en medio de una época muy particular: “A mediados de los años 60 se comenzaron a romper una cantidad de valores, fue una oleada de rebeldía con razones. Afortunadamente, a algunos nos tocó. Fue una década bastante importante en todos los aspectos. Sobre todo, las bases que formó. Esas flores de los hippies se basaban en la libertad de los 60... Yo no pensaba trascender en esto”. Harold Orozco, a quien se lo recuerda simplemente como Harold, la conoció en el El club del clan y la recuerda como “una persona reservada, tranquila, muy activa y muy profesional, porque siempre se dedicó a la composición de sus temas, a hacer sus conciertos. Era muy cumplida y una buena amiga”. El también cantante destaca que era la única de su generación que componía sus propias canciones. “Yo empecé a escucharla con mi amigo Óscar Golden, y nos gustó su estilo, que era muy propio”. Se quedó en el ‘club’ un año y medio. Ella decía que era por entretenerse, pero el canto se le convirtió en carrera cuando le pidieron una canción para grabar y compuso Llorando estoy: “La hice pensando en una obra que pudieran oír mis nietos”, contó. Galvis cita que Vicky inicio su carrera en Codiscos, pero luego se metió en la bohemia y Alfonso Lizarazo la llevó a la fábrica de discos Orbe, donde Galvis era gerente. “Con ella empecé a trabajar, y siempre la tuve como una artista excepcional. Yo tenía relaciones con México, y allá también tuvo éxito”.
Solo son buenos docentes aquellos que no olvidan que fueron estudiantes. Todos los días pienso en las maneras de enseñar mejor. Llevo casi 20 años dedicados a ello y vivo obsesionado con no parecerme a mis malos profesores y superar a los muchos buenos que tuve y tengo. Las primeras respuestas que se me ocurren tienen que ver con acceder a actualizaciones permanentes en contenidos y metodologías; evitar subvalorar los intereses y necesidades formativas de los estudiantes y el entorno; exigir mucho y tomarse dicha labor con la seriedad, responsabilidad y la pasión de quienes toda la vida hemos dicho que la educación es fundamental para el futuro de las sociedades y, sobre todo, reconocerse falible y estar abierto a entablar diálogos con colegas y estudiantes que pueden aportar mucho en este trámite hacia el conocimiento. La docencia es en últimas, un ejercicio de humildad y pasión. Ni el profesor lo sabe todo, ni los estudiantes lo desconocen todo. Con las nuevas tecnologías los retos que debe enfrentar un docente son fascinantes y solo aquellos que sean capaces de administrar responsablemente dichas herramientas para acercar y acercarse al saber de la mano de sus estudiantes, serán recordados por quienes emprenden dicho camino bajo su tutela. Pero muy lejos está Colombia de constatar que esa realidad sea la generalidad en sus aulas. Los primeros que deben revalorizar el ejercicio docente son ellos mismos. Reconocerse indispensables pero también responsables con el oficio mismo. Dejar de ser zombis del conocimiento. Cuando un profesor se sienta cómodo con lo que enseña y con la forma en que lo hace, debe pensar en cómo hacerlo diferente. Debe evitar las zonas de confort, reconocer que la formación trasciende siempre los aprendizajes de su aula y se complementa indefectiblemente con actividades diversas que le obligan a relacionarse con otros y a compartir interdisciplinarmente sus discursos, narrativas y experiencias. Un docente debe investigar porque el conocimiento no es estático, ni tampoco los problemas que debe resolver la sociedad. Ser profesor es más complejo de lo que a muchos les parece.
El Grupo de Cuerdas de la Universidad Pontificia Bolivaria na, Seccional Bucaramanga fue creado hace 15 años y ha sido animador de encuentros y festivales locales de música andina colombiana como: el Festivalito Ruitoqueño, El Festival Luís A. Calvo de la UIS, El Festival de Duetos en homenaje a los Hermanos Martínez en Floridablanca, el Encuentro de Jóvenes Intérpretes del Club de Profesionales de Bucaramanga, en todas las versiones del Festival Nacional Universitario de Música instrumental de la Región Andina Colombiana que realiza la UPB Bucaramanga y ha tenido experiencia nacional como el Festival del Pasillo en Aguadas - Caldas, Expomúsica 2000 en Bogotá D.C., El Festival Internacional de la Cultura en Tunja - Boyacá y en la primera, tercera y quinta versión del Encuentro Nacional de Estudiantinas “Héctor Cedeño Paredes” en Tuluá - Valle del Cauca. La Política Cultural de la Universidad Pontificia Bolivariana, Seccional Bucaramanga, expresada en su plan de desarrollo institucional fomenta la realización de eventos culturales como herramientas de proyección posicionamiento y reconocimiento de la universidad en el ámbito local, regional, nacional e internacional. Después de analizar la relevancia de un evento artístico que cubra no solamente a la ciudad de Floridablanca sino a Bucaramanga y las otras ciudades cercanas y del área metropolitana (Piedecuesta, Girón, Lebrija) la universidad decidió motivar y premiar el trabajo del grupo de cuerdas con el respaldo institucional y presupuestal para realizar un festival que recogiera las expresiones musicales en la modalidad instrumental en el ámbito universitario de los diferentes departamentos de la Región Andina Colombiana. Después de realizar dos versiones de un evento local que se llamó Noche de Gala de Grupos Instrumentales y viendo el éxito que este arrojó se decidió planificar la realización de un evento nacional con un componente académico fuerte y dejando a un lado la competencia como punto central y darle una mayor relevancia al intercambio cultural y artístico. Fue así que en el año 2003 se realizó la primera versión del Festival Nacional Universitario de Música Instrumental de la Región Andina Colombiana con la presencia de cinco grupos locales y cuatro grupos de otras universidades del país. Al evaluar los resultados y analizar las críticas hechas por unos especialistas contratados y la del público asistente se evidenció como fortaleza del Festival la presencia de la participación de los mejores grupos universitarios del país, la presencia de músicos y talleristas idóneos en el tema de la formación musical y proyección de la música instrumental de la región andina colombiana. El componente académico fortaleció el intercambio cultural y le dio una imagen sólida al Festival. El contar con personajes importantes de la música colombiana nos permite mostrar el verdadero interés de crear un evento cultural con bases fuertes y que deje semilla en todo el país para la creación de nuevas agrupaciones instrumentales universitarias y el fortalecimiento de las ya existentes que han dedicado muchos años al trabajo concienzudo de crear, proponer y mostrar calidad en el repertorio que interpretan. Año tras año desde su primera versión hasta la XIV, realizada en el 2016, se ha llegado a tener y consolidar diferentes actividades tales como exposición pictórica, conciertos dialogados, conciertos de difusión, conferencias, talleres y los conciertos de gala en el Auditorio Juan Pablo II del Campus Universitario UPB.
El Teatro Municipal será escenario del concierto de apertura El Mono Núñez en Cali. La Gran Rondalla Colombiana, el Dueto Cafecito y Caña y el grupo instrumental Amaretto Ensamble, son músicos talentosos con voces armoniosas e instrumentos virtuosos que deleitarán a los asistentes al Concierto de Apertura del Festival de Música Andina Colombiana, Mono Núñez, que se llevará a cabo el próximo 24 de mayo, en el Teatro Municipal de Cali, a las 7:30 dela noche. Es así como a ritmo de aires colombianos los asistentes al concierto, una vez más podrán disfrutar de la calidad de estos artistas que es el sello de garantía del Concierto de Apertura. LA GRAN RONDALLA COLOMBIANA La Gran Rondalla Colombiana es un proyecto musical con 15 de los mejores músicos folcloristas de Colombia; creada por el maestro Jorge Zapata hace 9 años y cuenta con seis producciones discográficas grabadas. Han conformado una perfecta conjugación entre instrumentos tradicionales de nuestro folclore como lo son las guitarras, el tiple y la bandola, además de los efectos especiales de teclados de alta gama y grandes voces, logrando así por primera vez en Colombia, escuchar la música que nos conmueve interpretada por una Rondalla, con un toque más moderno, sin perder la esencia y respetando las raíces de nuestro Folclore. Gracias a la producción, a magistrales arreglos musicales y a la dirección del maestro Jorge Zapata, complementado con una bella combinación de voces y contra cantos, se creó esta agrupación que por su calidad interpretativa, consiguió con su primer trabajo musical, los amantes a la música colombiana volvieran a vibrar con estos ritmos, reviviendo el espíritu romántico de las serenatas. AMARETTO ENSAMBLE Después de la apoteósica presentación en el Teatro Julio Mario Santodomingo en Bogotá, vuelve Amaretto Ensamble ganador del Gran Premio Mono Núñez en la modalidad instrumental del año pasado, para la noche de apertura. Nacen en Risaralda en el año 2010 con el fin de interpretar y explorar la música del folclor andino y latinoamericano, enfocado en una novedosa propuesta vocal-instrumental que combina tanto la versatilidad de sus instrumentos como sus texturas, dándole un destacado realce a los arreglos, composiciones y adaptaciones que interpretan. Ricardo Díaz Largo (Clarinete), Víctor Hugo Castrillón Agudelo (Piano), David Camilo Heincke Pérez (Tiple), Camilo Trejos Medina (Bajo) y Sebastián Trejos Mejía (Percusión), son cinco talentosos jóvenes que marcan la diferencia por su formato, son arriesgados a la hora de crear música y establecer una conexión entre lo moderno y las raíces de la música de nuestro país, que con un sello de calidad hacen parte de los artistas que buscan rescatar estos aires colombianos.
Estos son los ganadores del 43 Festival "Mono Núñez" Radio Nacional de Colombia. Voces, compases y estilos de la mejor música andina colombiana se dieron cita en Ginebra (Valle) para la gran final del Festival "Mono Núñez" en la noche de este domingo. Sentidas interpretaciones sorprendieron a todos los asistentes de esta velada, que dejó como ganadores a las agrupaciones Dueto Cantares (Quindío) en la categoría vocal y Sankofa (Bogotá) en la categoría instrumental. En cuanto a solistas, los vencedores fueron Yineth Urquina (Caquetá) en categoría vocal y Jonathan Reyes (Santander) en categoría instrumental con una destacada interpretación del órgano. Así mismo, en las jornadas previas, se dio a conocer el Premio Diego Sinisterra Sánchez al Mejor intérprete vocal del homenaje al maestro Jorge Añez, que fue para la antioqueña María Isabel Díez, quien interpretó al bambuco "Ibaguereña", mientras que el mejor intérprete instrumental de la obra del maestro Peregrino Galindo fue para los caldenses Ensamble Pal Viento con la marcha "Libertador". En el Concurso de Obras Inéditas, el primer lugar fue para Jorge Enrique Robayo con su composición de bambuco "Abuelo". El reconocimiento al mejor tiplista se lo llevó el santandereano Carlos Vásquez con el premio "Pacho Benavides", acompañante de Jonathan Reyes. Como mejor bandolista, el galardón fue para el bogotano Paulo Andrés Triviño, integrante del Cuarteto León Cardona y el premio ‘Lucho Vergara’ como mejor guitarrista fue para Juan Miguel Sosa, de Boyacá, integrante del Trío Amanecer.
Renuevan acreditación de alta calidad a la Unab, por 6 años. Según el Ministerio de Educación Nacional, el Proyecto Educativo Institucional de la Unab es el mejor y está claramente definido a través de la propuesta formativa que ofrece con cada uno de sus programas académicos. El Ministerio de Educación Nacional, MEN, le otorgó a la Universidad Autónoma de Bucaramanga, Unab, una nueva acreditación de alta calidad, esta vez por seis años más. Según el concepto emitido por el Consejo Nacional de Acreditación, el MEN evidenció que este centro de educación superior ostenta altos niveles de calidad, los suficientes como para ser reconocido públicamente mediante el acto formal de la acreditación, la cual quedó plasmada en la Resolución No. 10820. “Luego de alcanzar la acreditación institucional en 2012 se pudo certificar el compromiso permanente de la Unab con la calidad educativa, además de evidenciar un continuo proceso de autoevaluación en donde se crearon e implementaron proyectos de mejoramiento académico”, se lee en el parte oficial. De igual forma, se destacó que el Proyecto Educativo Institucional, PEI, (formulado en 1991 pero actualizado permanentemente en 1991, 1995, 2000, 2005 y 2012 como resultado de la autoevaluación y del análisis e incorporación de tendencias de la educación superior), es coherente con la misión y con el carácter y la naturaleza de la universidad. La amplia oferta académica de la Unab está constituida por 102 programas de los cuales, 82 (29 de pregrado y 53 de posgrado) son programas presenciales; y 20 (12 de pregrado y 8 de posgrado) son programas virtuales. Entre los programas de posgrado se destacan 9 Especializaciones Clínicas, 13 Maestrías (9 presenciales y 4 virtuales) y un Doctorado. El modelo educativo virtual se presenta centrado en la persona. La plataforma es interactiva, flexible, promueve la experimentación, el pensamiento sistémico y la cooperación para el aprendizaje. Los evaluadores también resaltaron la movilidad estudiantil que, según el concepto, desde el exterior es procedente de diferentes instituciones de educación superior de países tales como: Argentina, Alemania, Brasil, Chile, España, Estados Unidos, Francia, México, Perú y El Salvador. Y también los profesores visitantes del exterior proceden de Argentina, Alemania, Brasil, Canadá, Chile, China, Cuba, Francia, España, Estados Unidos, México, Perú, Reino Unido y República Checa. Al conocer la noticia de la reacreditación, el rector de ese centro de educación superior, Alberto Montoya Puyana, señaló que esta renovación “representa un valioso logro para la institución, que desde sus inicios hace 65 años se ha comprometido con la calidad educativa”. Montoya Puyana resaltó que este proceso fue posible “gracias a la participación de toda la comunidad de la Unab, desde los corporados, pasando por los directivos, estudiantes, profesores, graduados, padres de familia, personal administrativo, sector productivo y social y comunidad en general”.
No borrar.
Esa es nuestra historia desde que empezamos: no es que se repita, es que es así. En alguno de los cerros orientales de Bogotá hay una paloma blanca pintada desde hace años, toda la vida. Está clavada allí en una piedra gigante sin que nunca se la hubieran tragado ni el pasto ni la tierra ni el humo de las mazorcas que se asan en un mirador vecino. Todo lo contrario: de tanto en tanto, cada lustro, esa paloma amanece como más blanca y más definida, mejor pintada. Un misterio. Yo me acuerdo de ella desde que tengo uso de razón, o aun desde antes: desde que llegué a vivir por primera vez a la ciudad, en 1987, y allá arriba ya estaba esa paloma anunciando la paz. Creo que incluso había un letrero que decía eso: “¡Vamos por la paz!”. Mi primer domingo en Bogotá, en un almuerzo en la casa de unos tíos, me pasé toda una tarde viendo por la ventana cómo subían los carros por esa montaña. Y supongo que ya para esa época esa paloma debía de llevar pintada allí muchos años, por lo menos cinco: desde el gobierno de Belisario Betancur, cuando se hizo el primer gran intento en Colombia de un proceso de paz con las guerrillas. Hoy sabemos que ese camino estaba lleno de trampas y fracasos y que era –lo es– largo y agotador, pero en ese entonces todo el mundo, en todas partes, pintaba aquí palomas de la paz. Colombia sigue siendo Colombia, nosotros seguimos siendo los mismos; y eso es más grave que todo lo demás, ese sí es un proceso de paz que no se acaba No solo es de Bogotá que se ve todavía y para mí es la más simbólica y memorable de todas; quizás uno de los pocos monumentos verdaderos que tiene la ciudad, si uno lo piensa bien, aunque mejor no pensarlo. Pero sé, porque lo he visto, que en muchas partes de este país se repite la imagen: una paloma blanca de principios de los años 80 que anuncia la paz. También Papá Noel dice “Feliz 1985”, pero las palomas son más. ¿Por qué? Pues porque ese es el tiempo que llevamos acá tratando de arreglar las cosas para no matarnos; desde esa época, aunque también desde mucho antes, pero desde esa época de manera sistemática y recurrente, en todos los gobiernos, se hacen acá procesos de paz para acabar con la guerra. Se podría decir que esa es la historia de mi generación: el tema y la sombra en la vida de quienes nacimos cuando Belisario, o un poco antes. Por supuesto: ningún proceso de paz es del todo perfecto, ninguno es del todo eficaz. Y menos en una sociedad como la nuestra, heredera desde hace siglos de estructuras señoriales y feudales que hasta los revolucionarios más radicales, y a veces sobre todo ellos, asumen como una especie de orden natural; un esquema de dominación que es así porque sí, que no se puede cambiar ni objetar.
Ellos hicieron parte del equipo realizador de “Rocky”, el cortometraje ficción que sobresalió en el concurso de méritos artísticos. La Universidad Autónoma de Bucaramanga, UNAB, fue la gran vencedora en los reconocimientos artísticos que entregó anoche el Instituto Municipal de Cultura y Turismo, IMCT. Dentro de la convocatoria de estímulos, titulada ‘Bucaramanga cree en tu talento’, cuatro docentes de la Facultad de Ciencias Sociales, Humanidades y Artes Audiovisuales de ese centro de educación superior se llevaron igual número de estatuillas. Tras la ceremonia celebrada en el auditorio ‘Pedro Gómez Valderrama’, situado en la Biblioteca Pública ‘Gabriel Turbay’, fueron premiados: Ella Carolina Cardona Cadena, Luis José Galvis Díaz y Frank Rodríguez Rojas, quienes se llevaron las ovaciones en la categoría de ‘Obras Audiovisuales’; mientras que el docente del programa de Comunicación Social, Sergio Sánchez Murillo, ganó en la categoría de ‘Obras Literarias Inéditas’.
En Cortometraje Documental se reconocieron los trabajos titulados: ‘La magia terminó’, de Luis José Galvis Díaz; y “Ya existía en mi memoria”, de Frank Rodríguez Rojas. El primero de ellos cuenta la historia de la clausura y desmantelamiento del Teatro Riviera, la última sala de cine independiente de Bucaramanga en cerrar sus puertas, narrada por los empleados que trabajaron allí durante décadas. En el segundo trabajo se detallan las imágenes que Augusto Peter Schroeder (1935-2012) grabó con su productora APSS, como películas caseras y vistas de Bucaramanga en los años 50 y 60. Por otro lado, en la categoría Cortometraje Ficción, ganó el trabajo titulado: “Rocky”, de Ella Carolina Cardona Cadena. Se trata de un cortometraje que cuenta la historia de un niño que debe jugarse la vida de su mejor amigo, un gallo de pelea retirado, para salvar la vida de su hermano menor que se encuentra muy enfermo, con tan mala suerte que el azar se convierte en sacrificio. Finalmente, en la categoría de ‘Obras Inéditas’, el profesor Sergio Augusto Sánchez Murillo, sobresalió con: “Lluvia sobre el asfalto”, que comprende una serie de historias que transcurren a lo largo de la Ruta del Sol, carretera que comunica el altiplano cundiboyacense con la Costa Atlántica y pasando por el Magdalena Medio. De acuerdo con Néstor José Rueda Gómez, director del IMCT, “con estos premios artísticos pretendemos apoyar los actores individuales o colectivos que les permitan a las personas innovar y recrear la cultura y adaptarse a situaciones nuevas de la realidad”.
Mediante la Resolución No. 022 de 2017 este gremio destacó su larga y exitosa carrera profesional y exaltó “su hoja de vida como ejemplo de un gran arquitecto, de un gran líder y de buen ciudadano, ejemplo a seguir para las nuevas generaciones”. Además, dice la resolución, “en sus años como Rector de la Universidad Autónoma de Bucaramanga, UNAB, ha realizado una brillante gestión que ha permitido a este claustro universitario un indiscutible liderazgo regional”. El acto de condecoración se llevó a cabo en ‘La Casona Unab’, este jueves 26 de octubre, como parte de la celebración del Día Nacional del Arquitecto, lugar escogido por la Sociedad Colombiana de Arquitectos Regional Santander con el fin de destacar el rescate de la antigua casa de Don Ambrosio Peña Puyana, patrimonio arquitectónico de la ciudad, por parte de la UNAB. “Me agrada recibir de mis colegas este reconocimiento, me honra y me llega al alma. Si hay algo definitivo en mi vida fue haber escogido la profesión de arquitecto”, resaltó Montoya Puyana con motivo de su condecoración. Para el exalcalde de Bucaramanga y exgobernador de Santander, entre otros cargos públicos en los que se ha destacado, “dentro de la formación del arquitecto se genera una estructura mental distinta: una mente creativa, que tiene la posibilidad de innovar, y ese es un paso definitivo en el mundo actual”, concluyó. Según Augusto Xavier Ballen Rey, presidente de la regional en Santander de la Sociedad Colombiana de Arquitectos, esta profesión va más allá de ser un diseñador, “tiene que ver cada día más con el urbanismo, cada vez nos apropiamos más del paisaje”, afirmó el representante gremial. En el evento también se le rindió homenaje con el Premio Regional de Arquitectura a Mario Pilonieta Gonzalez, uno de los arquitectos de mayor trayectoria en el departamento. Asimismo, la Sociedad Colombiana de Arquitectos y la UNAB firmaron un convenio de cooperación con el fin de producir hechos, conocimiento y estudios útiles para el desarrollo del área metropolitana de Bucaramanga, en lo académico e investigativo.
Cuando escribo estas notas, acabo de recibir la confirmación del desenlace definitivo de una existencia amable y dedicada con fe de carbonero al cultivo de los aires tradicionales de la música colombiana. Mi encuentro con el gran maestro data de hace relativamente pocos años, aunque desde mi más temprana adolescencia conocía ya sus realizaciones por medio de la discografía. Para esa época ya había conocido unos viejos discos de vinilo en formato de larga duración de dos maestros colombianos del mismo instrumento, antioqueños también, para más señas: Manuel J. Bernal y Francisco ‘Pacho’ Zapata. Me sorprendía la poderosa y otras veces sutil sonoridad de ese ingenio que reproducía los ecos del antiguo instrumento eclesiástico de tubos, que en mi tierra natal había en algunos templos. La versión moderna, la que conocí primero, era también de tubos, pero de vacío, y que disipaban mucho calor, varios años antes de que apareciera en el mercado el modernísimo instrumento transistorizado que bien pronto casi hizo olvidar a sus predecesores. Todo esto para decir que Jaime Llano González, titiribiseño raizal, elegante, amable, buen conversador, apuesto, galante con las damas e inmejorable amigo, adoptó como instrumento para su comunicación con el mundo, no el tiple ni la bandola de sus ancestros, sino esta innovación tecnológica que le sirvió en un principio para su sustento en calidad de promotor y vendedor de la firma comercial J. Glottmann, que dio en importarlo para ofrecerlo a los amantes y a los intérpretes profesionales de la música. Se dedicó al oficio, dejando de lado sus inconclusos estudios juveniles de medicina. Lo que conocí de este artefacto, de oídas, eran los sonidos consignados en los discos llamados long play, por aquel entonces, pero no precisamente las tonadas colombianas tradicionales de mi tierra sureña natal, la de las chirimías y las tamboras, la de las bandolas y los tiples, sino la música guapachosa que interpretaba ‘Pacho’ Zapata para solaz de los quinceañeros, y de los ya no tanto, que por entonces gozábamos de ella en las llamadas radiolas y a través de la radio. Lejos estaba de imaginar que bien pronto caería en mis manos uno de esos discos de larga duración, con los acordes del Intermezzo no.1 de Luis A. Calvo, interpretado por Manuel J. Bernal, el gran músico de La Ceja, y de los bambucos de José A. Morales, sin el canto, interpretados por Jaime Llano González. Desde entonces los conservo como tesoros invaluables. Con los años, a poco andar conocería a otro organista muy respetable, cuyas interpretaciones disfruté desde muy cerca y siempre embelesado, mi inolvidable maestro Gustavo Gómez Ardila. A donde voy es a destacar que este artista, Jaime Llano González, de apariencia adusta y concentrada cuando lo veíamos en acción frente al teclado, prefirió vertir a través de esas sonoridades artificiales la música que se oía en las voces recias de los duetos bambuqueros de aquí y de allá, sin los acentos del tiple confidente y de la guitarra cómplice de amores y amoríos, y por siempre trasnochadora. Y cuando de esta música se trataba, nada aceptaba Llano González que le sugiriera apartarse tan solo en el más mínimo de los trazos originales pues, quizás a manera de prevención de futuras suspicacias y glosas (que siempre las hubo cuando se pretendía comentar sus versiones); era así cuando adoptaba el tono serio, infranqueable y solemne de un celoso guardián de las tradiciones y no aceptaba el más mínimo desliz de los intérpretes por fuera de la intención original de los autores. Por otra parte, jamás quiso posar con atavíos campesinos, no obstante su firme raigambre montañera. Curioso esto de adoptar como medio de comunicación de su arte un ingenio moderno de la física electrónica, y al mismo tiempo asumir una férrea postura frente a la intención y a la inspiración de los originales. Pero esta actitud férrea (se diría que inflexible y obstinada) salvó del olvido para las futuras generaciones la música de José A. Morales, de cuyas cuitas fue sigiloso confidente, la del otro Morales, Pedro, el genial vallecaucano, la de su coterráneo Vieco Ortiz, la de Efraín Orozco, Luis A. Calvo, Francisco Cristancho, Luis Uribe Bueno… en fin, y la de muchos otros, incluidos los compositores de aires tradicionales de nuestras dos ventanas al mar e incluso la de las infinitas planicies orientales. Elegantemente ataviado con impecables ternos, saludando a la audiencia casi siempre con apenas una sugerida sonrisa, se disponía en silencio ante el teclado, ajustaba los controles e inmediatamente inundaba con poderosos acordes y veloces arpegios el ámbito sonoro.
La música del país es mundialmente conocida. No es para menos: en Colombia existen 1.000 ritmos musicales agrupados en 150 géneros. Esta diversidad es el tema de ‘Colombia, tierra de la sabrosura’, una campaña creada por ProColombia para atraer visitantes internacionales, la cual se lanzará el 17 de enero en la Feria Internacional de Turismo de Madrid (Fitur). Una delegación encabezada por María Lorena Gutiérrez, ministra de Comercio, Industria y Turismo; el embajador de Colombia en España, Alberto Furmanski; la viceministra de Turismo de Colombia, Sandra Howard, y el presidente de ProColombia, Felipe Jaramillo, estará a cargo de la presentación de la campaña, que pretende destacar la diversidad musical del país, al mismo tiempo que mostrar los destinos más atractivos de Colombia. “Debemos aprovechar el momento que vive el país. Hicimos estudios y encontramos que la música reúne todos los atributos que nos hacen colombianos y que usarla como vehículo de promoción logrará potencializar nuestros esfuerzos”, explicó Felipe Jaramillo, presidente de ProColombia. Durante Fitur, que se extenderá hasta el 20 de enero, Colombia tendrá un estand de 428 metros para mostrar su oferta turística, que incluye paquetes turísticos relacionados con la música del destino, como recorridos por la cultura afrocaribe en Cartagena o la posibilidad de escuchar en vivo los cantos de vaquería en los Llanos Orientales. Empresarios receptivos, hoteleros y representantes de entidades regionales promotoras de turismo se encargarán de la promoción. Martina La Peligrosa, una de las artistas que forma parte de la campaña, inaugurará el estand con un repertorio musical. Junto con Herencia de Timbiquí, Sebastián Yatra, Alexis Play, el ‘Cholo’ Valderrama, Piso 21 y Maía, Martina protagoniza el videoclip ‘Sabrosura’, producido especialmente para la campaña.
De igual manera, en el estand colombiano se ofrecerán clases de baile, demostración de instrumentos musicales típicos de cada región y una muestra gastronómica. Gregorio Uribe, músico bogotano, ofrecerá clases de instrumentos como la marimba o el acordeón. El fin de semana, la compañía de baile de la fundación Jóvenes Creadores del Chocó hará demostraciones y dictará clases de ritmos del Pacífico colombiano.
Colombia también tendrá un lugar en Fitur Gay LGBT. En este espacio, el vicepresidente de turismo de ProColombia, Julián Guerrero, ofrecerá la charla ‘Colombia como el nuevo destino emergente imperdible’ para mostrar las opciones turísticas que ofrece el país para este segmento. En la trigésima octava edición de Fitur, que acogerá 10.000 entidades de 165 países y regiones, se presentarán propuestas, destinos y tendencias del turismo mundial. Esta edición tendrá 816 expositores, lo que representa un crecimiento del 8 por ciento con respecto al 2017. La participación internacional aumentará en 13 por ciento.
Aramburu contó casi medio siglo de violencia de ETA en una novela monumental de 600 páginas titulada lacónicamente Patria /EFE Aramburu (San Sebastián, 1959), autor del libro más vendido en España el año pasado, "Patria", fue premiado por "Estamos hechos de palabras", un artículo publicado en el diario madrileño El Mundo el 30 de julio de 2017 en el que reivindica el poder del lenguaje y de las palabras. "Es muy buena noticia que me hayan dado el premio. Esto no para. Parece que estoy metido en un sueño, en un sueño positivo. Me alegro mucho y me alegro con toda la serenidad posible", bromeó en declaraciones telefónicas a EFE desde Hannover (Alemania) mientras preparaba la maleta para viajar a Argentina. Sobre su contribución al periodismo, la que reconocen los Premios de Periodismo Rey de España y el Don Quijote, es, aseguró, "modesta" pero constante. "Me han premiado repetidamente por mi trabajo literario -en octubre pasado obtuvo el Premio Nacional de Narrativa- pero nunca por mis colaboraciones periodísticas, a las que he llegado relativamente tarde pero a las que he tomado gusto", explicó. El autor recordó que desde hace "década y media" está "bastante presente en la prensa cultural española" y que sus colaboraciones se las toma "con el mismo esmero y seriedad" que sus textos literarios. "No soy un informante ni un periodista de investigación. La mía es una mirada sobre la realidad y la comento desde mis gustos y pequeñas y frágiles convicciones", precisó. Sobre el artículo premiado y publicado en El Mundo, donde, apuntó, "nadie le dicta sobre lo que tiene que escribir", "roza un asunto" al que él concede mucha importancia y que tiene que ver con "la naturaleza lingüista del ser humano". "Sin el lenguaje no podemos definirnos ni a solas ni como animal social. Gracias a las palabras nos explicamos, conocemos y ponemos en contacto. Somos seres primordialmente lingüisticos y ese texto es un homenaje a esa facultad del ser humano", resumió. En él, cuenta su "particular situación de ciudadano europeo de un país en el que no se habla su lengua materna". "Me manejo a diario con el alemán pero al principio de mi estancia viví una situación particular: aprender de nuevo el mundo; aprender a renombrarlo y volver a la niñez, familiarizarme con términos que me permitían nombrar la casa, el río o la madre". Esa experiencia, agregó, le convenció "de la enorme importancia que tiene para el ser humano el lenguaje". Aramburu tiene ya en imprenta su próximo libro, un texto "muy personal", aunque no autobiográfico, en el que recopila "textos intensos" en los que adopta "una perspectiva del colectivo singular, la del hombre que se sitúa delante de problemas esenciales del ser humano como el miedo, la muerte o la alegría". "Ningún ser humano esta exento de ellos. Es un texto de reflexión que roza lo poético, para degustadores de la literatura", añadió. El Don Quijote de Periodismo fue concedido por un jurado integrado por periodistas y comunicadores de varios países iberoamericanos en el marco de los Premios Internacionales de Periodismo Rey de España que conceden la Agencia EFE y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid).
Las mujeres se toman la Biblioteca Luis Ángel Arango.
Durante todo marzo la Biblioteca Luis Ángel Arango tendrá una programación especial que busca reconocer los aportes que las mujeres colombianas han hecho a la sociedad desde distintos campos del conocimiento. Los eventos son para todo tipo de públicos e incluyen conferencias, clubes de lectura y una muestra bibliográfica con archivos de varias intelectuales colombianas que hacen parte de la colección de la Biblioteca. Todas las actividades son gratuitas. Una biblioteca de mujeres. Como parte de sus colecciones, la Biblioteca Luis Ángel Arango custodia varios archivos de mujeres que dedicaron su vida a la investigación y contribuyeron al desarrollo de la sociedad. Con el fin de dar a conocer a los usuarios de la biblioteca las colecciones personales de la abogada y política Esmeralda Arboleda, la primera mujer senadora de Colombia; de la antropóloga Nina de Friedemann, pionera de los estudios afrocolombianos; las historiadoras Pilar Moreno de Ángel y Aida Martínez Carreño; y la artista Emma Reyes, entre marzo y abril de 2018 en el hall de información de la BLAA, se exhibirá algunos de estos documentos, una muestra que busca destacar y propiciar la investigación alrededor del legado intelectual de las mujeres.
Noticia grata y satisfactoria
Compartimos con nuestros lectores el resultado de la Convocatoria de Estímulos 2017 del Ministerio de Cultura, en lo que se denominan Becas de circulación nacional de solistas y agrupaciones musicales e investigadores musicales Ciclos I y II, en la que tuvimos el honor de participar y salir favorecidos con nuestro proyecto denominado Entre bandolas y requintos de la Orquesta de Cuerdas Pulsadas de Santander. Se presentaron 29 proyectos de todo el país y salimos favorecidos 7, obteniendo nuestro proyecto el mayor valor asignado, $12 ́000.000. El proyecto implica presentar conciertos y talleres en Cúcuta en la Universidad Simón Bolívar, en Cartagena en la Universidad Autónoma de Nariño y en el Teatro Adolfo Mejía, en Cotrafa, Bello y Medellín, terminando en la Universidad Autónoma de Bucaramanga UNAB, en los que estamos seguros de que la OCPS, la Orquesta de Cuerdas Pulsadas de Santander, mostrará lo mejor de nuestros talentos. Las demás agrupaciones que fueron beneficiadas con las becas fueron Ida y vuelta, Impromtus, Rubén Darío López Ospina, Harbey Ureña Grupo, Quinteto Leopoldo Federico y Arrabalero+Montaña.
XVI edición del Festival Universitario de Música Instrumental UPB 2018
El guitarrista y compositor nacido en Passo Fundo - Brasil en 1980. Inició su estudio de la guitarra a los 7 años de edad con su padre, Algacir Costa, líder del grupo "Los Fronterizos" y se perfeccionó con Lucio Yanel, virtuoso argentino radicado en Brasil. Hasta los 15 años, su única escuela musical era la música folclórica del sur de Brasil, Argentina y Uruguay. Después de escuchar a Radamés Gnatalli, empezó a buscar a otros brasileños, como Baden Powell, Tom Jobim, Raphael Rabello entre otros. A los 17 años se presentó por primera vez en São Paulo en el Circuito Cultural Banco do Brasil, producido por el Estudio Tom Brasil, y a partir de ahí pasó a ser reconocido como músico revelación de la guitarra brasileña. Uno de los mayores fenómenos de la música brasileña de todos los tiempos, el joven Yamandu confirma y merece todos los elogios que recibe cuando toca su guitarra. Sus interpretaciones logran remodelar cada canción y revela una profunda intimidad con su instrumento. Yamandu toca de llanto la música clásica brasileña, pero también es un gaúcho lleno de milongas, tangos, zambas y chamamés. Es un guitarrista y compositor que no se encuadra en ninguna corriente musical es una mezcla de todos los estilos y crea interpretaciones de rara personalidad en su guitarra de 7 cuerdas. Yamandú hace justicia al significado de su hermoso nombre "el precursor de las aguas". Yamandu Costa es una referencia mundial en la interpretación de nuestra música, que domina y recrea cada actuación, incluso en sus composiciones. Quien lo ve en el escenario percibe su increíble implicación, su pasión por el instrumento y el arte. Su creatividad musical se desarrolla libremente sobre una técnica absolutamente perfeccionada, explorando todas las posibilidades de la guitarra de 7 cuerdas, renovando antiguos temas y presentando composiciones propias de intenso brillo, en una performance siempre apasionada y contagiosa. En el 2010, el CD Luz de la Aurora con Hamilton de Holanda fue nominado para el Grammy Latino. En 2012 ganó en Cuba el Premio Internacional Cubadisco por el CD Mafuá y una Mención del Premio ALBA por el CD Lida. Yamandu Costa es hoy el músico brasileño que más se presenta en el exterior que cubre los más diversos países del mundo: Francia, Portugal, España, Bélgica, Alemania, Italia, Austria, Suiza, Países Bajos, Suecia, Noruega, Finlandia, Estonia, Eslovenia, Rusia, Lituania, Serbia, Grecia, Macedonia, Israel, Chipre, India, China, Japón, Corea del Sur, Zimbabwe, Cabo Verde, Angola, Emiratos Árabes, Australia, EE.UU., Canadá, Ecuador, Cuba, Colombia, Chile, Uruguay y Costa Rica.
Leer para vivir es la invitación de Ulibro 2018
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible serán el tema transversal de la edición número 16 de la Feria del Libro de Bucaramanga, Ulibro, que organiza cada año la Universidad Autónoma de Bucaramanga, UNAB. En 2012, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo gestó 17 objetivos mundiales enfocados en los desafíos ambientales, políticos y económicos que enfrenta el mundo. Cada uno de ellos se basa en tres ejes fundamentales: crecimiento económico, inclusión social y protección del medio ambiente. Con el fin de involucrar a toda la comunidad en el proceso de conocer y ayudar a cumplir esos objetivos, Ulibro 2018 ha planteado para la edición 16 de la Feria del Libro el lema ‘Leer para vivir’. “Este año quisimos hacer una fusión entre el ejercicio de leer y una temática que nos compete a todos, como lo son los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ODS, creados por las Naciones Unidas”, explicó Ángel Nemecio Barba Rincón, director del Departamento de Estudios Sociohumanísticos de la UNAB y miembro del comité organizador de Ulibro. Junto con el tema se estructuró la imagen de la Feria, la cual refleja esa propuesta a través de un pez y un libro abierto. “Este pez representa el crecimiento económico, los recursos naturales y el medio ambiente, que es en lo que principalmente se basa todo el desarrollo de la humanidad. Ese pez está moviéndose dentro de un libro de ‘Sabiduría Infinita’, que es la escultura que realizó el maestro Ricardo Alipio Vargas Mantilla para La Casona, la nueva sede de la UNAB”, indicó María Carolina Gómez, gerente de la agencia Ideas Comunicación, responsable de crear la imagen que identifica a Ulibro cada año. En esta edición, además de trazarse el objetivo de fomentar la lectura en la comunidad santandereana, Ulibro también busca que niños, jóvenes y adultos reflexionen sobre las problemáticas que enfrenta el planeta y que afecta a todos por igual. “Este año celebramos la decimosexta edición la Feria del Libro de Bucaramanga y queremos, además de incentivar el hábito de la lectura, brindar temas de interés general que dinamicen y fortalezcan el desarrollo integral de las personas”, señaló la directora de Ulibro, Érika Juliana Suárez Ortiz. Durante 16 años la Feria del Libro de Bucaramanga ha sido un espacio cultural, en el que la literatura, la música y el arte siempre han sido protagonistas. Esto la he llevado a convertirse en el tercer evento literario más importante del país y a hacer parte de la Red de Ferias del Libro de Colombia. El lanzamiento de Ulibro 2018 se llevará a cabo el próximo miércoles 25 de abril, con dos invitados especiales, en el Auditorio Mayor de la Universidad Autónoma de Bucaramanga.
Francia Elena Márquez, ganadora del Premio Goldman 2018 por proteger el medioambiente.
Como cada año, desde 1990, la Fundación Goldman premia la labor de los defensores del medio ambiente y el territorio a nivel global. En Sur América, el reconocimiento es para Francia Elena Márquez, oriunda de la vereda Yolombó, municipio de Buenos Aires, en el norte del Cauca, por detener las actividades de minería en La Toma y movilizar a un puñado de mujeres, que caminaron durante diez días, para llegar hasta la Plaza de Bolívar en Bogotá y presionar al gobierno colombiano de ponerle freno a la actividad en la región por los impactos ambientales que genera. Gracias a su labor, hoy los ríos están menos envenenados y el bosque menos fracturado por la explotación de nuevos yacimientos. “Las excavaciones ilegales de este paraje colombiano generaban más de 30 toneladas de mercurio anuales que acababan en las aguas de esta región amazónica, provocando una intoxicación que se extendía a lo largo de más de 230 kilómetros. Alrededor de las minas, además, surgían poblados en los que la prostitución, los altercados y el tráfico de drogas eran el pan de cada día”, dice Goldman.
Después de hacer un técnico agropecuario en el SENA, Márquez vio que era necesario terminar su bachillerato, y así lo hizo en Puerto Tejada, donde luego ingresó a la universidad a estudiar derecho, aunque le hubiera gustado estudiar antropología, para conocer más sobre la historia de la esclavitud y el contexto africano. “La mayoría de los ríos de este país están contaminados con mercurio y cianuro. Los pescados que se cogen a la media hora se pudren porque ya están muy contaminados. Estudié derecho para ayudar mejor en la defensa de los derechos de mi comunidad. Pero yo no hablo solo desde las comunidades negras, sino desde la naturaleza que ha sido violentada”, cuenta Márquez, quien tuvo que dejar su territorio por amenazas.
Después de tocar las puertas del Alto Comisionado de Naciones Unidas, el Gobierno firmó un acuerdo para erradicar la extracción ilegal de oro en La Toma. Por ello, esta madre soltera de 36 años, con dos hijos, es hoy la ganadora del Premio Goldman 2018. Los ganadores del Premio son personas que se dedican a la protección de ecosistemas y especies en peligro de extinción, la lucha contra los proyectos de desarrollo destructivos, la promoción de la sostenibilidad, la influencia en las políticas ambientales y la lucha por la justicia ambiental. Los destinatarios de los premios son a menudo mujeres y hombres de aldeas aisladas o ciudades del interior que eligen tomar grandes riesgos personales para salvaguardar el medio ambiente.
Los otros ganadores
Héroes ambientales son Claire Nouvian (ganadora de Europa) y Makoma Lekalakala y Liz Mcdaid (ganadoras de África), Manny Calonzo (ganador de Australia y Naciones insulares), LeeAnne Walters (de América del Norte) y Khanh Nguy Thi (galardonada por Asia). Estas personas ayudaron a que la Unión Europea prohibiera la práctica de arrastre para pescar en alta mar, a detener el acuerdo nuclear que Sudáfrica adelantaba con Rusia, a prohibir la producción, el uso y la venta nacional de pintura a base de plomo; a garantizar el acceso a agua potable en Flint (Estados Unidos), una ciudad cuyo río principal se volvió el desagüe de la industria química, las plantas automovilísticas y las fábricas de papel, y a presionar al gobierno de Vietnam para que deje de depender del carbón como principal fuente energética.
Un laberinto literario llamado Merlín
El delicado coraje de Alma Guillermoprieto
Cultura y Entretenimiento / El Tiempo
Guillermoprieto (Ciudad de México, 1949) lleva más de 40 años retratando la realidad de la región.
Foto: Hector F. Zamora/EL TIEMPO
Sin duda, uno de los mejores regalos que ha podido tener el periodismo latinoamericano fue el rechazo que le dio en su juventud la escuela de danza de Marta Graham, en Nueva York, a la mexicana Alma Guillermoprieto. Ese día comenzó a afinarse la mirada particular y la pluma sensible de una de las periodistas y cronistas más importantes de la región, que este jueves fue reconocida con el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2018.
Desde Oviedo (España), el jurado otorgó el galardón a la cronista, una mujer que en las conversaciones cotidianas exhibe en su trato siempre una extrema sensibilidad, por su larga trayectoria profesional y su profundo conocimiento de la compleja realidad de Iberoamérica, que ha trasmitido con enorme coraje también en el ámbito de la comunicación anglosajona, tendiendo de este
modo puentes en todo el continente americano. Con una escritura clara, rotunda y comprometida, Alma Guillermoprieto representa los mejores valores del periodismo en la sociedad
contemporánea.
En efecto, aunque su lengua materna es el español, sus grandes reportajes los ha escrito para medios en inglés, idioma que domina a la perfección. En su acta, el jurado agrega que con una escritura clara, rotunda y comprometida, Alma Guillermoprieto representa los mejores valores del periodismo en la sociedad contemporánea. Al enterarse de la noticia, la periodista se declaró sorprendida y lo recibió como un reconocimiento inmenso para su carrera profesional.
Alguna vez, Guillermoprieto le comentó a este diario que llegó al periodismo por despecho luego de ese rechazo que tuvo para ser bailarina. Sin embargo, de esa práctica conserva la finura en sus ademanes y su hablar pausado, siempre pensando cada palabra. De eso dan cuenta decenas de periodistas que la admiran y han tenido la oportunidad de pasar por sus talleres, en Cartagena, en la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), de la cual es colaboradora muy cercana. Junto con el argentino Tomás Eloy Martínez, ella jugó un papel determinante en los primeros años de creación de esta escuela. Es un justo reconocimiento a la trayectoria y obras de Alma Guillermoprieto, que ha investigado y narrado con gran maestría periodística, en crónicas de larga extensión, las pequeñas y grandes historias que nos ayudan a entender mejor las sociedades de la América Latina contemporánea, comenta Jaime Abello Banfi, director de la FNPI.
Al pie de un volcán. Parece casi una paradoja que esa mujer fina y elegante haya sido una de las reporteras más disciplinadas del conflicto social y armado, como corresponsal de medios de habla inglesa como The Guardian y The Washington Post, entre otros diarios, en la segunda mitad del siglo XX. Son ya más de 40 años en un oficio que respira por sus poros. Desde allí, Guillermoprieto ha palpado de primera mano la realidad violenta de América Latina. Así dan cuenta libros icónicos y de culto entre las nuevas generaciones de periodistas como Al pie de un volcán te escribo y Las guerras en Colombia.
No solo la situación de su natal México, en donde nació en el 27 de mayo de 1949, sino prácticamente todos los países de la región están siempre presentes en su trabajo. Por estos días, le preocupa la situación que vive Nicaragua, en donde precisamente comenzó su carrera de reportera, pero también el drama cotidiano de Venezuela o la encrucijada que atraviesa Colombia con su proceso de paz. Son famosos los ejemplos que ella suele poner tanto en sus talleres como en sus conversaciones en eventos periodísticos, que dan cuenta de esa capacidad de observación única, sobre los acontecimientos periodísticos.
Alguna vez, al inicio de una conversación, pidió a los asistentes que levantaran la mano los que conocían a Pablo Escobar. El auditorio la levantó de inmediato. Ahora, ¿quiénes saben quién es Gregory Pincus?, preguntó. Silencio entre el público. Cuando reveló que Pincus era uno de los inventores de la píldora anticonceptiva anotó: A ver, ¿quién cambió más el mundo?. Guillermoprieto ha querido en los últimos años apostarle a la divulgación de hechos científicos, con la que —según ella— el periodismo tiene una deuda. Así, con la misma versatilidad e ímpetu con los que se le mete a un tema de orden público o de violencia, Guillermoprieto ha querido en los últimos años apostarle a la divulgación de hechos científicos, con la que —según ella— el periodismo tiene una deuda.
COSAS DE GATOS, ¡MIAU! Por Ofelia Peláez / Investigadora musical / Coleccionista
En la música y la poesía el gato ha sido acogido por los autores. Existe la llamada Fuga del gato, una sonata escrita por Domenico Scarlatti, que fue músico en la corte de Madrid, hijo de Alessandro Scarlatti, también connotado músico. Se aseguró que Domenico Scarlatti se inspiró para esta sonata cuando su gato se paseó sobre las teclas del piano. Scarlatti, hijo, compuso más de mil sonatas
para clave, que tienen elementos de ritmos españoles como jota, fandango, sevillanas, bulerías, boleros españoles y fados de Portugal. Hay un joropo venezolano titulado El gato, escrito por Alfredo Sadel y Guillermo Hernández, que dice: Yo quisiera ser un gato / desconfiado y cariñoso / que deambula por tu techo / aventurero y mañoso / para pisar por tus sueños / hurgando en tu corazón /
y recostar mis anhelos / en el calor de tu amor. / Un gato quisiera ser / que tus manos acaricien / que tus pasos acompañen / y te espere al regresar. / Que me regañes de día / pero en las noches bellas / me extrañes cuando me escape / a maullarle a tus estrellas. / Un gato quisiera ser / pa ́ reinar en tu tejado / pa ́ dormirme ronroneando / muy calientico a tu lado... Muchas canciones populares han sido dedicadas a este bello animal, como Adiós compay gato, del cubano Ñico Saquito; Bigote e’
gato, del también cubano Jesús Guerra; la zarzuela El gato montés, de Manuel Penella; Un gato en la oscuridad, de Roberto Carlos y muchas más. Como dato curioso, el gato no figura en la Biblia. El escritor antioqueño Juan José Botero, nacido en Rionegro, escribió una novela muy recordada con el título Lejos del nido, y algunos versos simpáticos, uno es A un tamal y el otro es Señor, vuélveme gato, que describe cómo es la vida de este animal y termina: ¿Y habrá quién goce como los gatos? / ¿Y habrá quién viva tan descarado? / ¿Y habrá quién coma tan sin trabajo? / ¿Y habrá quién duerma tan sin cuidados? / Si ésta no es vida, / mejor no la hallo. / ¡Oh, Dios del cielo! / Dios bueno y santo / si acaso piensas / servirme de algo / si aliviar quieres / a este pobre Juancho / ahora mismo: / ¡Vuélveme gato!
En la literatura se recuerda El gato con botas, cuento llevado al cine con algo muy especial, fue que la voz del gato la puso Antonio Banderas, hablando en un español perfecto con acento andaluz. También vale la pena recordar una de las más bellas películas protagonizada por Elizabeth Taylor y Paul Newman, La gata sobre el tejado de zinc caliente, basada en un cuento de Tennessee Williams. Y en la obra de Truman Capote llevada al cine con Audrey Hepburn, Desayuno en Tiffany, ella tiene un gato que se llama
Gato. De Capote también es el relato Una luz en la ventana, que habla de gatos congelados. Hay un animal familiar del gato, llamado civeta, al que alimentan con granos de café y de sus excrementos se elabora el que hoy en día es el café más caro del mundo, hasta 40 dólares por una taza. Esta costumbre empezó en Sumatra, Java, Filipinas y otros lugares y se extendió por otros países; se le denomina “Café de caca de gato”. Con este costoso café, del que se dice que es exquisito, ¿podrá decirse también eso de que tomémonos un tinto, seamos amigos?
Por: EFE / El Tiempo