Foto: CUATRO
Es un instrumento común en los llanos de Colombia y Venezuela. Como su nombre lo indica solo lleva 4 cuerdas, cada una de las cuales constituye un orden simple. Se afina como el tiple, según muchos músicos populares, pero en Venezuela y Arauca existen cuatro temples básicos del instrumento: el natural o normal, el arrequintado, el transportado y el falsete. Adolfo Salazar, musicólogo de gran autoridad, dice que la guitarra antigua en la época de los reyes católicos constaba de cuatro cuerdas y se tocaba al rasgueo. Esta guitarra de cuatro cuerdas pudo ser la antecesora del cuatro actual.
Las cuerdas del cuatro fueron de tripa de ternero nonato o recental y aun hoy se fabrican así en Venezuela y Arauca. Los trastes son, no de cobre laminado como en los otros cordófonos, sino de cuero de toro secado al sol durante tres semanas, lo que les da gran solidez y lastiman los dedos de los no habituados.
El cuatro llanero tiene a veces cinco cuerdas en vez de cuatro que le dan el nombre de cinco. Antiguamente se construían el “cuatro y medio” y el “cinco y medio”, ya que tenían a más de las 4 y 5 media cuerda más y ésta, por ser sólo media, iba únicamente desde la clavija hasta la quilla o talón en donde se ponía otra clavija y así resultaba sólo media cuerda.
Carlos Rojas, anota que el cuatro es una guitarra de rasgueo de cuatro cuerdas, muy cercana en el diseño del contorno de su caja de resonancia a la guitarra española, de la que se diferencia por su menor tamaño y una más marcada diferencia de sus cámaras de agudos y graves. El diapasón del cuatro moderno tiene 14 trastes. Su afinación mantiene la misma relación interválica de las cuatro primeras cuerdas de la guitarra aunque con la prima octavada, lo que unido a la profundidad de su caja de resonancia le confiere su sonoridad característica de rango medio. Los modelos actuales utilizan cuerdas de nylon.
El cuatro es un instrumento ritmo-armónico. El repertorio básico de su interpretación está constituido por el golpe (alternación de rasgueos ascendentes y descendentes, algunos de sonoridad plena y otros asordinados llamados apagados o pizzicattos) y las ornamentaciones que se denominan floreos (trémolos ejecutados con el dedo índice) y repiques (golpes ligeramente asordinados producidos usualmente sobre las cuerdas tercera y cuarta). Las nuevas generaciones de instrumentistas han desarrollado técnicas que permiten su uso en funciones melódicas.
El cuatro se deriva de las guitarras medievales hispánicas de cuatro cuerdas (primeras formas de la evolución de la guitarra). Aunque la iconografía histórica del llano casanareño en el siglo XIX muestra, en manos de indios y mestizos, guitarrillos muy cercanos al diseño del cuatro llanero, este instrumento se considera un aporte venezolano al joropo. En el llano colombiano ha desplazado de manera definitiva al tiple (guitarro) como instrumento de acompañamiento ritmo-armónico en los grupos de joropo. Se usa también como acompañante del bandolín o el arpa en la cifra de velorio.